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El Parlamento de Turquía aprobó hoy la extensión, por sexta vez, del estado de emergencia vigente desde el fallido golpe de Estado de julio de 2016, a pesar de la preocupación que ha generado esta medida entre la oposición y los grupos de derechos humanos.
La sexta prórroga, de tres meses, del estado de emergencia, fue aprobada en el Parlamento con el apoyo del partido gobernante, el islamista Justicia y Desarrollo (AKP), que tiene la mayoría absoluta, así como del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), reportó la agencia turca de noticias Anadolu.
El estado de emergencia, que permite al Ejecutivo suspender derechos y libertades fundamentales, ha sido utilizado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para eliminar a sus adversarios políticos.
El gobierno justifica la extensión de la medida, que fue impuesta el 20 de julio de 2016, cinco días después del intento golpe de Estado, con el argumento de que permite expulsar de la administración, la judicatura y otros cuerpos estatales a los simpatizantes de la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen.
Bajo el estado de emergencia, el gobierno ha retirado o suspendido por decreto a más de 150 mil funcionarios, además ha detenido a unas 50 mil personas, por sus presuntos vínculos con el predicador Gülen, al que Ankara acusa de estar detrás de la intentona golpista, que dejó unos 250 muertos y casi dos mil 200 heridos.
Poco antes, expertos de derechos humanos de las Naciones Unidas habían pedido a Turquía no volver a prorrogar el estado de emergencia y habían expresado su preocupación por la represión en la sociedad civil, incluyendo periodistas, defensores de los derechos civiles, juristas y académicos.
Recordaron que desde el fallido golpe de Estado, Turquía ha introducido 18 enmiendas a la Constitución que extendieron los poderes del presidente Erdogan, tanto en el poder legislativo como en el judicial, además adoptó 22 decretos presidenciales que otorgaron a las autoridades turcas amplios poderes.
La sexta prórroga, de tres meses, del estado de emergencia, fue aprobada en el Parlamento con el apoyo del partido gobernante, el islamista Justicia y Desarrollo (AKP), que tiene la mayoría absoluta, así como del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), reportó la agencia turca de noticias Anadolu.
El estado de emergencia, que permite al Ejecutivo suspender derechos y libertades fundamentales, ha sido utilizado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para eliminar a sus adversarios políticos.
El gobierno justifica la extensión de la medida, que fue impuesta el 20 de julio de 2016, cinco días después del intento golpe de Estado, con el argumento de que permite expulsar de la administración, la judicatura y otros cuerpos estatales a los simpatizantes de la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen.
Bajo el estado de emergencia, el gobierno ha retirado o suspendido por decreto a más de 150 mil funcionarios, además ha detenido a unas 50 mil personas, por sus presuntos vínculos con el predicador Gülen, al que Ankara acusa de estar detrás de la intentona golpista, que dejó unos 250 muertos y casi dos mil 200 heridos.
Poco antes, expertos de derechos humanos de las Naciones Unidas habían pedido a Turquía no volver a prorrogar el estado de emergencia y habían expresado su preocupación por la represión en la sociedad civil, incluyendo periodistas, defensores de los derechos civiles, juristas y académicos.
Recordaron que desde el fallido golpe de Estado, Turquía ha introducido 18 enmiendas a la Constitución que extendieron los poderes del presidente Erdogan, tanto en el poder legislativo como en el judicial, además adoptó 22 decretos presidenciales que otorgaron a las autoridades turcas amplios poderes.
