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Foto: Pulso
En la actualidad existe una sobreexposición en la ciudad, tanto de marcas como de mensajes, analizó Benjamín Alva Fuentes, profesor-investigador de la Facultad del Hábitat de la UASLP.
El especialista argumentó que a nivel internacional existe el concepto de la nueva agenda urbana, cuyos planteamientos relacionan la planeación urbana con el diseño urbano de las ciudades.
Valoró que la capital potosina podría iniciar a invertir un poco más en el diseño urbano, en aras de que los reglamentos tengan que ver tanto con la imagen urbana como con los códigos de color, las formas relacionadas con la arquitectura más los mensajes publicitarios, así como los materiales utilizados en la construcción.
Con lo anterior, el urbanista adujo que podría generarse cierta identidad y eventualmente con el paso del tiempo cierto patrimonio, a fin de que no se observe una urbe tan diversa y tampoco convertida en una “marca-ciudad”, concepto acuñado por algunos especialistas.
“Yo creo que esas actividades de competencia y de mercado que prevalecen actualmente, pues si nos ha llevado a una sobreexposición tanto de marcas como de mensajes, pero tenemos que recordar un elemento muy expuesto a nivel internacional, que se llama: nueva agenda urbana”, señaló.
Planteó que si se logra regular la imagen urbana y permaneciera cierto diseño en la ciudad, podría generarse un valor diferencial frente a otras ciudades, por ejemplo, como lo tiene París, Buenos Aires o Guanajuato.
En la actualidad existe una sobreexposición en la ciudad, tanto de marcas como de mensajes, analizó Benjamín Alva Fuentes, profesor-investigador de la Facultad del Hábitat de la UASLP.
El especialista argumentó que a nivel internacional existe el concepto de la nueva agenda urbana, cuyos planteamientos relacionan la planeación urbana con el diseño urbano de las ciudades.
Valoró que la capital potosina podría iniciar a invertir un poco más en el diseño urbano, en aras de que los reglamentos tengan que ver tanto con la imagen urbana como con los códigos de color, las formas relacionadas con la arquitectura más los mensajes publicitarios, así como los materiales utilizados en la construcción.
Con lo anterior, el urbanista adujo que podría generarse cierta identidad y eventualmente con el paso del tiempo cierto patrimonio, a fin de que no se observe una urbe tan diversa y tampoco convertida en una “marca-ciudad”, concepto acuñado por algunos especialistas.
“Yo creo que esas actividades de competencia y de mercado que prevalecen actualmente, pues si nos ha llevado a una sobreexposición tanto de marcas como de mensajes, pero tenemos que recordar un elemento muy expuesto a nivel internacional, que se llama: nueva agenda urbana”, señaló.
Planteó que si se logra regular la imagen urbana y permaneciera cierto diseño en la ciudad, podría generarse un valor diferencial frente a otras ciudades, por ejemplo, como lo tiene París, Buenos Aires o Guanajuato.
