Brasil registró el 2017 como el año más violento con 63 mil muertes

Brasil registró el 2017 como el año más violento con 63 mil muertes

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Brasil registró en 2017 su año más violento, y continuó con la tendencia al alza en número de asesinatos para sumar 63 mil 880, siete por hora, reveló un estudio publicado hoy por el Foro Brasileño de Seguridad Pública.
La organización, que analiza las tendencias y estadísticas de la criminalidad en todo el país, apuntó que según los datos, se registró un crecimiento de 2.9 por ciento en el número de muertes violentas en 2017, respecto a 2016, y es el tercer año al alza del preocupante indicador.

El año 2017 también fue el más violento desde que el Foro analiza los indicadores de criminalidad en este país sudamericano.

Los estados del noreste del país, como Río Grande do Norte y Ceará, y del norte de Brasil, azotados por mayores tasas de violencia, criminalidad y pobreza, siguen dominando los indicadores de homicidios un año más, según el Foro.

Sao Paulo y el Distrito Federal fueron los estados con menos índices de homicidios, según el estudio.

“Vivimos una guerra abierta entre las organizaciones criminales en busca de territorios y dinero”, explicó el sociólogo Renato Sérgio de Lima, presidente del Foro Brasileño de Seguridad Pública.

Las declaraciones del directivo del Foro fueron en referencia a los grupos criminales que luchan por el control del narcotráfico en este país sudamericano, segundo mayor consumidor de cocaína del mundo, después de Estados Unidos.

Los datos ponen de manifiesto que Brasil es uno de los países más violentos del mundo, con índices de homicidios comparables en territorios donde hay conflictos armados, y sustentan la teoría de que el gigante tiene una política pública de seguridad que no da resultado.

“Brasil vive hoy una situación gravísima en esta área, una situación que se deteriora cada año”, explicó el profesor y sociólogo Rodrigo Ghiringhelli de Azevedo.

El presidente de Brasil, Michel Temer, creó durante su gobierno un ministerio de la Seguridad Pública para tratar de atajar el auge de la criminalidad, y el Ejército intervino en febrero el estado de Río de Janeiro como consecuencia de la violencia, pero la corrupción y la falta de políticas a largo plazo merman las acciones para combatir este fenómeno.