Concluye Fiscalía que muerte de niña en Playa del Carmen fue suicidio

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La Fiscalía Especializada de Atención a delitos contra la Mujer y por Razones de Género, informó este lunes que las investigaciones sobre la muerte de una niña guatemalteca de 11 años, en el interior de su domicilio en la colonia Luis Donaldo Colosio en Playa del Carmen, arrojaron que la menor se suicidó.
En conferencia de prensa, la titular de la institución, Guadalupe Reyes Pinzón, explicó que conforme a la criminalística de campo, la mecánica del hecho y la declaración de uno de los hermanos de la menor -un niño de nueve años-, se concluyó que la víctima se quitó la vida.
La pequeña era integrante de una familia originaria de Guatemala; sus padres, pertenecientes a una etnia de aquel país, vendían artesanía en Playa del Carmen, municipio de Solidaridad y tenía tres hermanos.
La pequeña amaneció muerta el 16 de agosto pasado; su madre se dio cuenta cuando fue a despertarla y se percató de que se encontraba sin vida. La Fiscalía abrió una investigación y dio a conocer este lunes los resultados.
Reyes Pinzón explicó que la necropsia practicada al cuerpo de la pequeña no arrojó indicios de violencia sexual o maltrato físico, pero sí que la causa de muerte fue asfixia por ahorcamiento.
"La niña menor de 11 años no fue víctima ni de lesiones, ni de tortura, ni de violencia sexual; la menor, lamentablemente, se suicidó. Por eso nos arrojaba la necropsia ese resultado, donde no había violación, no había violencia sexual, no había violencia física", expresó.
Además, en colaboración con el Instituto de Pueblos Mayas y una antropóloga social, se solicitó la asistencia de una intérprete del dialecto Chuj para que el hermano de la víctima pudiese ofrecer su declaración ministerial, toda vez que junto con otra menor, compartían dormitorio con la niña fallecida.
"El niño habla dos lenguas. Su lengua materna es Chuj y su lengua paterna es propia de San Miguel, en Guatemala. No habla bien español, conseguimos un intérprete a través del INMAYA, una antropóloga social que trabaja con nosotros para grupos indígenas, y con ella llevamos a cabo la diligencia y ésta fue grabada", expuso la funcionaria.
El niño narró que su hermanita le dijo que deseaba saltar por la ventana y que si no lo lograba, se quitaría la vida. La menor procedió y el pequeño expresó que al ver el cuerpo de la niña se espantó, cortó la soga y supuestamente acomodó el cuerpo sobre la cama.
El pequeño no alertó a sus padres, primero porque pensó que la niña estaba jugando y luego por miedo.
"Posiblemente se sentía frustrada por no lograr salir del cuarto, cuando aún los padres y sus hermanitos estaban dormidos, por lo que se descarta un hecho violento y la nula responsabilidad del padre (...)
"El niño no dijo nada porque tenía miedo y nosotros al resguardar el lugar, pedimos apoyo del DIF municipal, la familia fue resguardada, protegida, porque no tenían a donde ir; les dimos un lugar para que estuvieran, mientras nosotros resolvíamos el caso y ahí es donde el niño al ser visitado por sus amigos empieza a platicarles los hechos y fue que pedimos el apoyo de la antropóloga, la intérprete, pues debemos salvaguardar sus derechos", subrayó la fiscal especial.
Una vez concluidas las indagatorias, el cuerpo fue entregado a la familia, quien solicitó se le permitiera realizar una ceremonia en el domicilio en donde se registró el deceso de la niña, porque conforme a sus creencias, el alma de la menor debía retornar a su cuerpo antes de ser enterrado.