Japón amaga con abandonar Comisión Ballenera tras veto a su moción

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Japón sugirió que podría abandonar la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés), después de que ésta votó y rechazó por mayoría hoy la propuesta presentada por Tokio y otros países para levantar la prohibición sobre la caza comercial de ballenas.

La votación se llevó a cabo este viernes durante la reunión de la IWC celebrada en la ciudad de Florianópolis, sur de Brasil, en la cual Japón tenía la esperanza de reanudar la caza comercial de ballenas minke, sin embargo su propuesta recibió el respaldo de 27 países y el rechazo de otras 41 naciones.

Dos estados miembros, Rusia y Corea del Sur, se abstuvieron en la votación, mientras que Mónaco no participó, en tanto que Noruega e Islandia, los únicos países que permiten explícitamente la caza comercial de ballenas, fueron algunos de los que votaron a favor de la propuesta de Japón.

Después de la votación, Masaaki Taniai, viceministro del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón, presente en la reunión, declaró que ahora Tokio “no tiene más remedio que examinar todas las opciones posibles”, de acuerdo con la agencia de noticias Kyodo.

Tokio emprenderá una “reevaluación fundamental” de su membresía en la IWC, dijo Taniai después de la votación refrendó que la moratoria del organismo contra la caza comercial continuará.

El posible retiro de Japón de la IWC provocaría fuertes críticas de los miembros anticaza de ballenas, como Australia y Nueva Zelanda, pero el gobierno japonés está bajo intensa presión de los pescadores locales para reiniciar la cacería.

Este nuevo rechazo a una propuesta japonesa llega después de que también fue descartada la moción que en el mismo sentido presentó en 2014, cuando Tokio pidió que se suavizaran las reglas de toma de decisiones de la Comisión, de manera que se facilitara el establecimiento de santuarios de ballenas donde estaría prohibida la caza.

Actualmente, se necesita una mayoría de tres cuartos de los miembros de la IWC para establecer una cuota de captura o establecer un santuario, pero Japón no ha podido lograr una mayoría en las votaciones.

Japón detuvo la caza comercial de ballenas en línea con una moratoria adoptada por la IWC en 1982. Sin embargo, ha cazado ballenas desde 1987 argumentando que tiene fines de investigación científica.