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La próxima administración debe de considerar que el sector energético mexicano requiere de proyectos de inversión producto del análisis, con sustento técnico y con detalle del costo-beneficio, a fin de lograr revertir la situación del sector ya que las reformas fueron insuficientes para mejorar su productividad, expresó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos.
"Las reformas han sido insuficientes para mejorar la productividad de ambas empresas y solventar la mejoría financiera de las mismas. En parte, debe decirse, por la tardanza relativa con la que se aprobaron: el país necesitaba estas reformas muchas décadas antes. Pero también debemos reconocer que la administración de las empresas ha estado empañada por hechos de corrupción", así como falta de inversiones, explicó.
En su mensaje semanal De Hoyos expuso que tanto la Comisión Federal de Electricidad (CFE), como Petróleo Mexicanos (Pemex), deben seguir desempeñando un papel toral en el sector, lo que requiere de una estrategia nacional "de altas miras y largo aliento", por lo que la administración federal entrante debiera justificar y sustentar sus proyectos para el sector energético de acuerdo a un análisis estratégico o prospectivo.
Por ejemplo, debe considerarse que los presupuestos tanto de la CFE, como de Pemex sufrieron fuertes recortes durante la presente administración, solamente en 2016 se les retiraron 2 mil 500 millones de pesos a la empresa productora de electricidad y 100 mil millones a la firma petrolera del Estado.
"Esta disminución ha representado un impacto negativo en la productividad de ambas empresas. Durante el primer semestre de 2018, la CFE tuvo pérdidas por más de 39 mil millones de pesos y Pemex de casi 50 mil millones", añadió.
Si bien es acertada la decisión de la nueva administración de invertir 175 mil millones de pesos, para impulsar el sector energético, "nos preocupa que la inversión no corresponda a una estrategia planeada con el objetivo de maximizar sus beneficios", añadió.
Por lo que pidió a la próxima administración "ser cautelosa con los anuncios que pudieran deteriorar la necesaria confianza en el sector", donde se requiere visión de largo plazo y sin dogmas económicos.
"Las reformas han sido insuficientes para mejorar la productividad de ambas empresas y solventar la mejoría financiera de las mismas. En parte, debe decirse, por la tardanza relativa con la que se aprobaron: el país necesitaba estas reformas muchas décadas antes. Pero también debemos reconocer que la administración de las empresas ha estado empañada por hechos de corrupción", así como falta de inversiones, explicó.
En su mensaje semanal De Hoyos expuso que tanto la Comisión Federal de Electricidad (CFE), como Petróleo Mexicanos (Pemex), deben seguir desempeñando un papel toral en el sector, lo que requiere de una estrategia nacional "de altas miras y largo aliento", por lo que la administración federal entrante debiera justificar y sustentar sus proyectos para el sector energético de acuerdo a un análisis estratégico o prospectivo.
Por ejemplo, debe considerarse que los presupuestos tanto de la CFE, como de Pemex sufrieron fuertes recortes durante la presente administración, solamente en 2016 se les retiraron 2 mil 500 millones de pesos a la empresa productora de electricidad y 100 mil millones a la firma petrolera del Estado.
"Esta disminución ha representado un impacto negativo en la productividad de ambas empresas. Durante el primer semestre de 2018, la CFE tuvo pérdidas por más de 39 mil millones de pesos y Pemex de casi 50 mil millones", añadió.
Si bien es acertada la decisión de la nueva administración de invertir 175 mil millones de pesos, para impulsar el sector energético, "nos preocupa que la inversión no corresponda a una estrategia planeada con el objetivo de maximizar sus beneficios", añadió.
Por lo que pidió a la próxima administración "ser cautelosa con los anuncios que pudieran deteriorar la necesaria confianza en el sector", donde se requiere visión de largo plazo y sin dogmas económicos.
