Nueva escalada de violencia en Gaza con cohetes y ataques de represalia

Nueva escalada de violencia en Gaza con cohetes y ataques de represalia

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JERUSALÉN (EFE).- Gaza vivió hoy una nueva escalada de violencia con el lanzamiento de dos cohetes desde el enclave, uno de los cuales destrozó una casa israelí ocupada por una mujer y tres niños, que resultaron ilesos, y una veintena de bombardeos de represalia del Ejército de Israel contra objetivos militares en la franja, en los que murió un palestino y otros tres resultaron heridos.

Los ataques de respuesta israelíes se iniciaron sobre las siete de la mañana (4.00 GMT) y se dirigieron contra un túnel que se adentraba hacia Israel, un subterráneo en el mar, instalaciones militares de Hamás y centros de fabricación de armamento, informó el Ejército.

El primer cohete impactó sobre una vivienda en la ciudad de Bersheva, a unos 40 kilómetros al oeste de Gaza, causando graves daños pero sin provocar heridas a la madre de 39 años de edad y tres niños que la ocupaban -de 9, 10 y 12 años- gracias a que ésta tardó apenas segundos en coger a los menores y llevarlos al refugio antibombas que tienen casi todas las casas en el país.

Un segundo proyectil cayó en el mar, cerca de la costa de una ciudad israelí no desvelada, y los soldados abortaron un tercer intento cuando bombardearon a un grupo de milicianos que trataban de disparar un cohete.

El repunte de violencia tiene lugar cuando la sociedad israelí y miembros del Gabinete debaten sobre la necesidad de iniciar una nueva operación militar de envergadura contra Gaza para garantizar la calma, tras seis meses de movilizaciones en la franja, el lanzamiento de cientos de globos incendiarios y decenas de intentos de dañar la valla e infiltrarse, algunos de milicianos armados.

Estas acciones se enmarcan en la denominada Gran Marcha del Retorno, que comenzó el 30 de marzo, fecha desde la que han muerto más de doscientos palestinos en las manifestaciones y en sucesos violentos o bombardeos israelíes contra milicianos.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunirá a primera hora de la tarde con responsables de la seguridad, entre ellos el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, el adjunto al jefe del Estado Mayor, el jefe del Consejo Nacional de Seguridad y los directores de servicios de Inteligencia para decidir el rumbo a tomar.

Gadi Eisenkot, jefe del Estado Mayor, está regresando de urgencia desde EE.UU., donde se encontraba de visita oficial, para hacer frente a la situación.

Lieberman, que defendió ayer ante el Gabinete realizar una operación bélica contra Hamás, anunció esta mañana el cierre de los pasos fronterizos del enclave y el recorte de la zona permitida para la pesca a tres millas náuticas.

La semana pasada advirtió de que no está dispuesto a "aceptar el nivel de violencia que se ve semana tras semana" y consideró que "darle un golpe duro a Hamás podría traer al menos cinco años de calma".

El portavoz militar Yonathan Conricus advirtió que la escalada de violencia de hoy es "potencialmente peligrosa" y aseguró que los cohetes de medio alcance lanzados solo están en manos de dos organizaciones armadas en Gaza: los brazos armados de Hamás y de la Yihad Islámica, las Brigadas Al Qasam y los Batallones Al Quds.

Ambos grupos, sin embargo, junto a las otras tres principales milicias del enclave, negaron estar detrás del lanzamiento de cohetes y señalaron que quien lo hizo trata de hacer fracasar las negociaciones en que media Egipto para tratar de acordar un alto el fuego entre Israel y Hamás.

Los incidentes de hoy siguen a la llegada ayer a Gaza de una delegación de los servicios de inteligencia egipcios para seguir con la mediación, que apoya la ONU y en la que llevan meses involucrados.

La viceministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Hotovely, denunció que "Hamás casi mató a tres niños israelíes" y demandó a la comunidad internacional que "condene esta flagrante agresión y apoye el derecho de Israel a defenderse contra el terror".

El analista y teniente general retirado Guiora Eiland aseguró que el Gobierno está dudando entre dos alternativas, una política, que pasa por "aceptar que la situación es mala pero puede tolerarse, ya que aunque hay gente que está sufriendo no afecta a la vida en Israel en términos generales".

Y una segunda opción que supone "llevar a cabo represalias mucho más agresivas que podrían conducir a otra ronda de violencia, y también a otra operación terrestre similar a la de hace cuatro años", añadió en referencia a la guerra del verano de 2014.

En ese caso, "Hamás tomaría represalias con el lanzamiento masivo de cohetes sobre todas las ciudades israelíes. Podría durar días, semanas y no necesariamente resolvería el problema, pero crearía otro largo período de calma relativa por la disuasión", consideró.