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El republicano Ron DeSantis, quien recibió el apoyo total del presidente Donald Trump, logró hoy la gubernatura de Florida al vencer al demócrata afroamericano Andrew Gillum, en una de las contiendas más polémicas y reñidas de las elecciones intermedias en Estados Unidos.
DeSantis obtuvo el 49.8 por ciento, mientras Gillum logró el 48.9, según cifras oficiales.
Al borde de las lágrimas, Gillum, quien aspiraba a convertirse en el primer gobernador negro de Florida, concedió la derrota y prometió a sus seguidores que se mantendrá en la lucha política
"Lamento sinceramente no haber podido ganar, pero puedo garantizarles esto: no me voy a ir a ninguna parte", señaló el alcalde de la capital estatal Tallahassee.
El triunfo de DeSantis mantiene al Partido Republicano a la cabeza de uno de los estados clave del país y avala el estilo de campaña de Trump, quien lanzó la candidatura de DeSantis en junio pasado.
Fue una de las más polémicas y reñidas este año y recibió atención nacional, luego que DeSantis utilizó una expresión de doble sentido con la palabra “mono” para criticar a Gillum, quien lo acusó de avivar las tensiones raciales.
A su vez, DeSantis lo acusó de rodearse de antisemitas y de ser un socialista que convertiría a Florida en Venezuela.
La victoria de DeSantis, que significa cuatro años más de gobierno republicano en Florida, es un poderoso testimonio de la influencia de Trump en el mayor campo de batalla presidencial del país.
Gillum intentaba convertirse en el primer gobernador demócrata en el Estado desde 1994.
DeSantis obtuvo el 49.8 por ciento, mientras Gillum logró el 48.9, según cifras oficiales.
Al borde de las lágrimas, Gillum, quien aspiraba a convertirse en el primer gobernador negro de Florida, concedió la derrota y prometió a sus seguidores que se mantendrá en la lucha política
"Lamento sinceramente no haber podido ganar, pero puedo garantizarles esto: no me voy a ir a ninguna parte", señaló el alcalde de la capital estatal Tallahassee.
El triunfo de DeSantis mantiene al Partido Republicano a la cabeza de uno de los estados clave del país y avala el estilo de campaña de Trump, quien lanzó la candidatura de DeSantis en junio pasado.
Fue una de las más polémicas y reñidas este año y recibió atención nacional, luego que DeSantis utilizó una expresión de doble sentido con la palabra “mono” para criticar a Gillum, quien lo acusó de avivar las tensiones raciales.
A su vez, DeSantis lo acusó de rodearse de antisemitas y de ser un socialista que convertiría a Florida en Venezuela.
La victoria de DeSantis, que significa cuatro años más de gobierno republicano en Florida, es un poderoso testimonio de la influencia de Trump en el mayor campo de batalla presidencial del país.
Gillum intentaba convertirse en el primer gobernador demócrata en el Estado desde 1994.
