Sobrevivientes judíos del Holocausto viven con temor en Alemania

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Sobrevivientes judíos del Holocausto procedentes de varios países celebraron aquí la Fiesta de la Luz, Hanukka, para expresar su alegría por seguir vivos tras el genocidio contra su comunidad durante la Segunda Guerra Mundial, pero expresaron preocupación por el aumento del antisemitismo.

La menora, el legendario candelabro judío para nueve velas, se encendió en cuatro ciudades: Jerusalén, Moscú, Nueva York y Berlín.

En la capital alemana se reunieron unos 300 sobrevivientes en el Centro Judío de Berlín, procedentes de diversos puntos de Europa Occidental y Oriental.

Todos ellos compartieron la alegría de la festividad de Hanukka, pero también el temor por el aumento del antisemitismo en el mundo, y de manera muy marcada en Alemania.

En entrevista con Notimex, la expresidenta del  Consejo Central de Judíos en Alemania y actual presidenta de la comunidad judía de Múnich, Charlotte Knobloch, quien también es superviviente del Shoah , manifestó el temor de su comunidad.

“Es un tiempo en el que los judíos en Alemania tienen de nuevo miedo por su familia y por el futuro de sus hijos. Ya vivimos eso en el siglo pasado y mucha gente pagó por ello con la vida”, recordó.

Indicó que le preocupa el camino que está tomando el partido Alternativa para Alemania, de ideología ultraderecha.

“Me preocupa porque tiene cada vez más éxito con terribles declaraciones que está anclando en la población, y yo desearía que sean aplicadas las leyes que hay en Alemania, o nuevas leyes contra ese tipo de antisemitismo, para que esos grupos que instigan al odio contra minorías sean castigado de alguna manera”, indicó.

La Fiesta de la Luz fue patrocinada por la Conferencia Internacional de las Demandas Judías contra Alemania. Se festejó en un salón decorado con una gran menora hecha con globos de color durazno.

Durante el convivio, en las mesas se hablaron diversos idiomas y se hicieron nuevas amistades, mientras se comía pavo asado, arroz y ensaladas de pasta y de col blanca, así como mandarinas y ciruelas, y por supuesto el tradicional postre, las "berlinas": unos panes dulces redondos espolvoreados con azúcar y con diversos rellenos. Son típicas del Año Nuevo en Alemania.

Tiene un especial significado que esta fiesta se celebre justo en Alemania, autora del Holocausto. Pero la vida se impuso a la muerte y al sufrimiento, y hoy los sobrevivientes celebran que están vivos a pesar de todo el horror.

El representante de la Conferencia Internacional de las Demandas Judías contra Alemania, Ruediger Mahlo, dijo que en este país “se está permitiendo de nuevo que se digan cosas que ya no se pensaba que se puedieran decir otra vez, que pudieran ser dichas en la sociedad alemana. Eso es verdadereamente terrible”.

La Conferencia Internacional de las Demandas Judías contra Alemania es una organización sin ánimo de lucro con oficinas en Nueva York, Tel Aviv, y Frankfurt, que actúa para que los sobrevivientes del Holocausto en todo el mundo reciban una compensación económica.

En Alemania logró que se pagaran 70 mil millones de dólares en compensaciones por el sufrimiento y la persecución perpetrados por los nacionalsocialistas desde 1952. Este año se pagaran 430 millones de dólares a unos 100 mil sobrevivientes en 83 países.

Al margen de las compensaciones, destinará 500 millones de dólares a más de 200 servicios sociales (alimentos, medicamentos, atención domiciliaria) y unos nueve millones a la enseñanza, la investigación y la documentación del Holocausto por todo el mundo.

Fue fundada en 1951 por representantes de 23 de las principales organizaciones judías internacionales.

Una de las supervivientes del Holocausto es Assia Gorban, maestra jubilada de 85 años, originaria de Moscú, quien fue encerrada junto a sus padres en un campo de concentración de Ucrania cuando era niña.

“En el campo de concentración no hablábamos de Hanukka. No sabías si era de mañana o de noche, no sabías tampoco si ibas a seguir vivo porque cada día, a cada hora, podían matarte”, narró.

Gorban encendió una de las velas. Ahora se dedica a contar su experiencia durante el nacionalsocialismo en los colegios de Alemania. Sobre su trabajo dice que le gustaría que quedara “algo bueno en las memorias y corazones de los niños, que sepan lo que ocurrió y lo que no debería volver a ocurrir nunca más”.

La mayoría de los sobrevivientes reunidos en Berlín contribuyen a este trabajo de memoria histórica con su participación en programas educativos y en visitas a escuelas e institutos de todo el país.

Fue la tercera vez que la Conferencia Internacional de las Demandas Judías contra Alemania ofrece esta velada para celebrar la Hanukka con sobrevivientes de la Shoah.

Desde la organización en Berlín quisieron transmitir que este tipo de reuniones anuales son la forma de demostrar su “supervivencia y victoria sobre el régimen inhumano nazi, el racismo y la intolerancia”.