KABUL, Afganistán (EFE).- Al menos 4 personas perdieron la vida, entre ellas tres guardias de seguridad, y otras 113 resultaron heridas en un atentado con coche bomba ocurrido hoy en una zona residencial frecuentada por extranjeros en el este de Kabul. Los talibanes reclamaron la autoría del ataque.
"Con base en la información inicial que tenemos, (en el ataque) murieron decenas de miembros de las fuerzas invasoras extranjeras y sus partidarios afganos", dijo el portavoz talibán Zabihullah Mujahid en un comunicado difundido por correo electrónico, sin aportar una cifra exacta de víctimas.
El portavoz del Ministerio del Interior afgano, Najib Danish, aseguró en su página oficial de Facebook que otro de los fallecidos es un civil y entre los heridos se encuentran 23 menores.
"El ataque tuvo lugar poco después de las 19.00 hora local (14.30 GMT) cerca de Green Village", afirmó Danish, antes de añadir que la situación se encuentra "bajo control".
Según la fuente, las fuerzas especiales afganas llegaron al lugar del atentado y lanzaron una operación de búsqueda tras la explosión del vehículo cargado con un artefacto explosivo improvisado (IED).
"En este momento no se están produciendo disparos tras la explosión", añadió Danish.
Los talibanes se atribuyeron la responsabilidad del atentado señalando que después de la primera explosión con un coche bomba en la zona Green Village, otros cuatro suicidas entraron en el complejo, al que se refirió como "el nido" de los servicios de inteligencia, y lucharon durante varias horas contra fuerzas extranjeras y afganas.
Mujahid anotó que varios civiles sufrieron heridas "menores" en las casas cercanas al atentado debido a los cristales rotos y las consecuencias de la explosión, pero añadió que "los civiles no eran el objetivo".
Sin embargo, el portavoz de la Policía de Kabul, Basir Mujahid, rebajó la cifra de muertos en el ataque a cuatro y a 113 los heridos.
El portavoz negó la versión de los talibanes sobre un enfrentamiento con terroristas suicidas tras la explosión.
"No hubo ningún ataque de terroristas suicidas después del atentado con bomba. Tras la explosión, el área fue asegurada por nuestras fuerzas de seguridad", aseguró y agregó que "la situación en el área es normal".
Kabul ha sufrido en los últimos meses un gran número de ataques de envergadura contra todo tipo de objetivos, desde miembros de la minoría chií hasta trabajadores involucrados en las elecciones parlamentarias del pasado 20 de octubre, candidatos y electores.
El último de ellos se produjo a finales de diciembre cuando una sede gubernamental fue asaltada y en los combates por liberarla murieron 48 personas y 27 resultaron heridas.
Desde el fin de la misión de combate de la OTAN, en enero de 2015, el Gobierno afgano ha ido perdiendo terreno ante los talibanes y apenas controla un 56 % del país, según datos de la Inspección General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.