El alcohol y los jóvenes

Combinación con altos riesgos

El alcohol y los jóvenes

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A El creciente consumo de alcohol entre los adolescentes y los jóvenes ha hecho que las autoridades sanitarias adviertan del enorme peligro que para la salud individual y social puede representar este nocivo hábito.





DROGA
Y es que, pese a su enorme difusión y habitual consumo en nuestra sociedad, podemos asegurar que el alcohol etílico es una droga, consentida y tolerada, pero lo es en el estricto sentido de la palabra, pues su consumo en elevadas cantidades genera los efectos de otras sustancias estupefacientes.





PATRÓN PATOLÓGICO
Es decir, da lugar a un patrón patológico de consumo, ocasiona deterioro de la actividad física e intelectual, así como de la personalidad y produce dependencia con signos físicos y psíquicos de síndrome de abstinencia.





En esta época en la que el consumo de alcohol entre jóvenes y adolescentes, así como el resto de la población, es más elevado, repasamos qué riesgos entraña y qué podemos hacer para reducir el consumo.





En los últimos años, gran número de adolescentes han adquirido la costumbre de salir de noche y prolongar estas salidas hasta altas horas de la madrugada.





Esta práctica ha derivado en un fenómeno social conocido como ‘botellón’, que consiste, básicamente, en consumir bebidas alcohólicas, generalmente, mezcladas, y en cantidades elevadas, al aire libre y en grandes y multitudinarios grupos, donde los jóvenes y adolescentes se relacionan.





RIESGO
Sin embargo, este hábito entraña un gran riesgo debido a que el consumo elevado de bebidas alcohólicas afecta gravemente al desarrollo del sistema nervioso central, a la maduración neurológica y al desarrollo psíquico e intelectual, sobre todo, en una época de la vida tan delicada y expuesta a estas agresiones como es la adolescencia.





DEPENDENCIA PSÍQUICA
La presencia del alcohol abundante en estas reuniones crea en los adolescentes un patrón de dependencia psíquica necesario para poder relacionarse entre sí.





PELIGRO
Cuando es necesario beber o estar “alegre” para poder socializar o realizar determinadas actividades, o solo para relajarse, estamos entrando en un terreno peligroso que puede llevarles a una dependencia alcohólica, de por vida.





EFECTOS
El efecto que el alcohol ejerce sobre los adolescentes en sus inicios es engañoso, pues al comienzo de la ingestión produce un efecto tónico y euforizante, con sensación de bienestar, desinhibición social y relajación psíquica.





A medida que las cantidades aumentan aparecen otros efectos graves: Disminución de los reflejos, excitación, lenguaje confuso, desequilibrio y disminución de la sensibilidad con depresión progresiva del sistema nervioso central.





AFECTACIÓN A LA SALUD

Si el consumo de alcohol es elevado y se realiza de forma habitual y periódica, aparecen problemas de salud psíquica y física con falta de interés por las cosas, indolencia, falta de concentración, trastornos del sueño, aumento de la agresividad y tendencia a la depresión.





AFECTACIÓN HEPÁTICA
A ellos, con el tiempo, se unirán problemas de salud física, trastornos circulatorios, desnutrición y una severa afectación hepática.





REPERCUSIONES
Las repercusiones psíquicas y sociales a las que este hábito de consumo da lugar, con el tiempo, son devastadoras.





Se producirá un deterioro progresivo de la actividad académica o laboral y de las relaciones sociales y familiares, dando lugar a graves trastornos de la personalidad.