Una disminución de los inventarios de gasolina en la capital, provocadas por un accidente ferroviario, y el pánico de los automovilistas ante la posibilidad del desabasto provocaron un repentino incremento en las compras del combustible, que saturaron las estaciones e incluso provocaron el cierre de al menos una decena de ellas y todavía por la noche de ayer mantenía a otras quince con largas filas.
Una tarde normal en la ciudad capital se complicó en pocos minutos cuando, alrededor de las siete de la tarde, las gasolineras empezaron a llenarse de vehículos esperando cargar el combustible.
Un mensaje en redes sociales avisando que las reparaciones generadas por el accidente ferroviario ocurrido hace unos días en el municipio de Cárdenas, mantenían bloqueado el paso a los tanques ferroviarios que traían el combustible desde Tamaulipas, y la decisión de algunas gasolineras de limitar las compras a 400 pesos por cliente detonaron el pánico, que en pocas horas, saturó las estaciones de abasto.
Largas filas se formaron en las gasolineras, obligando, en algunos casos, a que los clientes esperaran hasta más de dos horas para surtir sus automóviles.
En algunos casos, el exceso de demanda agotó el stock del combustible, obligando el cierre de una decena de estaciones en distintos rumbos de la entidad.
Por la noche, arribó un tren cargado con cuatro carros tanque de combustible a la Terminal de Almacenamiento y Despacho de Pemex, ubicada a la altura de Soriana El Paseo, y pasadas las 23:00 horas, salieron las primeras pipas para resurtir a las gasolineras.
Los dirigentes estatal y nacional de Onexpo, Horacio Tobías y Roberto Díaz de León, respectivamente, confirmaron la escasez causada por el accidente ferroviario, pero señalaron que el esfuerzo de Pemex y KCSM permitieron reponer el suministro.
Roza a SLP fantasma de la falta de gasolina (FOTOGALERÍA)
Compras de pánico colapsan el abasto
