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Ciudad de México.- Esposas y demás familiares de policías acusados de estar vinculados con la fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, en julio de 2015, protestaron afuera de Palacio Nacional (PN) para pedir que sus casos sean tomados como presos políticos.
Con camisetas de los nombres de sus esposos y la palabra “inocente”, precisaron que nueve están detenidos en el penal federal de Tepic, Nayarit. Mientras que otros dos están bajo caución.
Los policías estaban encargados, algunos, del monitoreo y vigilancia de las cámaras de seguridad, pero sus esposas aseguran que ya es un caso político, por lo que piden al presidente Andrés Manuel López Obrador atienda su demanda.
Desconcertadas y tristes
Así afirman encontrarse las ocho familias que en los últimos cuatro meses han buscado entablar contacto con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en un intento de que sus familiares queden en libertad.
Este jueves, tras un plantón afuera de Palacio Nacional, estas ocho familias fueron recibidas por Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, quien las enlazó con Francisco Garduño, el comisionado Nacional de Reclusorios y Penales Federales.