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Tapachula, Chis.- Gruesas gotas de sudor resbalan del rostro de Gustavo dañado por el sol, un salvadoreño de 29 años que en silla de ruedas avanza con la caravana rumbo a la frontera con Estados Unidos.
Gustavo nació con una discapacidad, pero eso no le ha impedido viajar junto con el contingente en su vieja silla de ruedas. Hoy lleva 10 horas avanzando sobre la carretera.
—¿Vas a Estados Unidos?
—Eso quiero, pero no sé si aguante esta silla —responde mientras cruza la garita migratoria en el municipio de Huehuetán, a 18 kilómetros de Tapachula, junto con la caravana.
El migrante explica que desde las cuatro de la mañana partió con el contingente hacia el municipio de Huixtla, pero le ha sido difícil por su condición de discapacidad.
En este grupo también se desplazan en silla de ruedas los hondureños José Serrano, de 31 años, y Kevin Domínguez, de 28, quienes avanzaron unos 40 kilómetros bajo temperaturas de hasta 38 grados.
La hilera de los migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua de la caravana que se fracturó abarca unos 300 metros sobre el puente internacional que divide a México con Guatemala.
El comisionado del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén López, dijo que hasta este sábado se habían tramitado 3 mil 051 solicitudes de tarjetas de visitante por razones humanitarias.