A-AA+
Citlali Azcona/Pulso
Emocionado, a su decir “sin palabras”, el maestro de la plástica Manuel Felguérez firmó el libro del Museo “Federico Silva” como “Visitante Distinguido”, en la expo-homenaje por sus 90 años.
“No tengo palabras, aunque ya dije demasiadas, no tengo palabras para agradecer”, concluye su discurso de agradecimiento. Se ve tranquilo, conmovido y atento a la ceremonia. Está sentado al centro del presídium instalado en la sala principal del museo, justo delante de Tláloc, escultura del artista Federico Silva, quien le da nombre al Museo.
Lo flanquean el gobernador, Juan Manuel Carreras, y su esposa Lorena Valle; el alcalde Xavier Nava y su esposa Nancy Puente Orozco, Enrique Villa, director del Museo y el especialista en arte Luis Ignacio Sáenz.
Al otro lado, casi una centena de espectadores le aplaudimos al artista quien hace apenas un mes cumplió los 90 años a los que debe este festejo, la exposición temporal en su nombre y el reconocimiento de visitante distinguido que se le otorga.
En la semblanza que Luis Ignacio Sáenz hace del maestro, destaca que el pintor y escultor zacatecano Manuel Felguérez Barra (12 dic, 1928), es una figura relevante de la generación de la ruptura en los años 50, etapa del arte mexicano distinguida por la constante experimentación de sus artistas.
Fue premio de pintura en la bienal de Nueva Delhi; Gran Premio de Honor de la XIII Bienal de Sao Paulo, premio Nacional de las Artes en México, Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma Metropolitana, entre muchos otros reconocimientos.
Experimental, es el adjetivo que define al maestro por excelencia, quien ha pasado de un material y técnica a otra en la búsqueda de sus creaciones. Luis Ignacio Sáenz, nombra un listado de ellas en la semblanza que le dedica durante la gala: Canto al oceáno, Mural de hierro, Muro de calaveras, La llave de Kepler, Mientras muere
la tarde, etc.
Don Manuel Felguérez habla con voz apacible y elocuente. Recordó su paso juvenil por Europa después de la Segunda Guerra Mundial, donde vio que sólo el arte había sobrevivido, lo que lo inspiró a ser artista; a partir de entonces no ha hecho otra cosa que buscar el placer, la satisfacción en sus creaciones.
Mientras habla, sostiene el micrófono apenas cerca de su mentón y con la mano libre se recarga en su bastón casi imitando la pose con la que aparece en el cartel promocional del evento.
Luce satisfecho.
La colección estará disponible hasta el 24 de febrero en el Museo Federico Silva, donde ya en otras ocasiones se han expuesto obras de Felguérez y que ahora lo hacen nuevamente en conmemoración de su nonagésimo aniversario de vida.
