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Las aportaciones económicas voluntarias de la feligresía o limosnas, han disminuido en los templos, reconoció Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
Juzgó que es una “obviedad” porqué han decrecido los ingresos en ese rubro, es decir, los pobres son quienes más entregan un donativo y las personas de mayor riqueza no dejan de entregar, pero en menor medida.
El prelado potosino recalcó que la diócesis no establece una cuota fija para el otorgamiento de aportaciones ni para el diezmo, pues los creyentes pueden entregar el recurso de acuerdo con sus posibilidades económicas.
En entrevista, Cabrero Romero destacó que aunque las personas son de origen humilde, son muy generosas, solidarias y compartidas con las diferentes parroquias. “La gente que más da es pobre”, recalcó.
Enfatizó que los fieles católicos no siempre cuentan con dinero para dar su aportación durante la celebración eucarística en las iglesias, sin embargo, cuando lo entregan lo hacen con fe y corazón.
