“No fuimos responsables de la tormenta”: Elías Pesina

Cerca de ser ungido como nuevo líder estatal del PRI, Elías Pesina indica que le dará vuelta a la página de la derrota electoral de 2018, sin buscar responsables, para, con su ex jefe, el gobernador Carreras López como principal activo del partido, restructurar al PRI y ponerlo en la pelea del 2021

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Elías Pesina Rodríguez, el virtual nuevo dirigente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no ahorra elogios para su ex jefe, el gobernador Juan Manuel Carreras López. Es, dice, “el mejor activo del PRI potosino” y el “líder del partido”. Su desempeño “de diez”, dice sin rubor.

Pese a ello, en entrevista con Editora Mival, el ex oficial Mayor de la administración estatal dice que no puede considerársele poco objetivo, pues su trayectoria partidista lo respalda. También descarta que la dirección del PRI estatal se vaya a dar por control remoto desde Palacio de Gobierno, pues señaló que se ha preparado para tomar las decisiones, de las que, anticipa, tendrán el respeto de Carreras López.

Junto con la ex alcaldesa de Aquismón, Yolanda Cepeda Echeverría, Pesina Rodríguez será ungido este fin de semana como líder estatal priista por el Consejo Político estatal.

Cuando eso suceda, informa que iniciará la inmediata restructura del partido, al que si bien reconoció “le fue mal” en la elección del año pasado, considera que debe dársele vuelta a la página, sin buscar culpables.

Para ello, acudió a una frase del presidente José López Portillo para deslindar al partido de los desastrosos resultados de la elección de 2018: “los militantes y las dirigencias del partido somos responsables del timón, pero no fuimos responsables de la tormenta”.





Culpa de nadie

–¿Cómo encuentra al partido de cara a su nombramiento?

–Nos hemos encontrado con una militancia que traen un gran ánimo por retomar las cosas. Pensaban que el partido había desaparecido a partir de los resultados de la elección del año pasado, pero nos hemos encontrado con militancia del partido con ganas, coraje y deseos.

Nos dicen “ya, vamos a cerrar esto, vamos con un nuevo ímpetu a reconstruir las cosas”.

Lo que hemos encontrado son peticiones de que se reconozca a la militancia y a sus méritos, que les dé la oportunidad de una participación activa ya sea en el partido o en las acciones de gobierno.

Y me encuentro también con una militancia leal y diversa. El partido debe reconocer esa diversidad.

–La metáfora que se usó para identificar al PRI luego de los resultados de la elección de julio pasado fue la del edificio en ruinas o de un barco naufragado ¿Qué tan certera es?

–Hay una frase que yo he estado meditando al respecto. Los militantes y las dirigencias del partido somos responsables del timón, pero no fuimos responsables de la tormenta.

–La dijo José López Portillo cuando hablaba de la crisis económica de1982.

–Exactamente. Hay muchos factores que ocasionaron lo que vivimos el año pasado. Lo que nosotros queremos y hemos platicado es que eso ya es una conclusión. Del verbo concluir, cerrar.

–¿Darle vuelta a la página?

–Darle vuelta a la página.

–¿Sin buscar responsabilidades dentro del partido?

–Somos muchos los responsables, pero no somos los causantes de esto de manera particular. Lo que queremos poner, de inicio, es reconocer a la militancia, darle sus espacios, participación y decisión. Si nosotros podemos reconocer la aspiración de la militancia y regresar con ella, hay un rango menor de que nos equivoquemos.

El que no nos equivoquemos no asegura, como una fórmula matemática, que haya triunfos. Podemos poner al mejor hombre, al mejor perfil, pero tenemos un mosaico de competencia política, en el que hay quién gana y quien pierde.

Nuestra responsabilidad es presentar a las mejores mujeres y hombres, respaldado por un trabajo político responsable y acciones de gobierno acertadas y gobiernos honestos.

Un partido organizado, los mejores candidatos y un gobierno eficiente.





A fondo

–Desglosando estos puntos, ¿Cómo está el partido y cómo pretende cambiarlo?

–Lo que requerimos ahorita es que todos los sectores y organizaciones que integran al partido que tienen algún grado de responsabilidad, se aboque a acciones para reactivarse, se reorganice e incluso se renueve.

Existe otra base, los comités de sección, que son nuestra célula base de trabajo. Cuando los tengamos reestructurados, estaremos listos para hacer frente a los retos en el plazo inmediato.

–¿Y cómo está hoy esa estructura?

–Lo que nos dejó el resultado de julio es que se tiene que iniciar una profunda renovación, una profunda restructuración de esa base del partido. Ahí debe enfocarse el trabajo de organizaciones y sectores.

Si trabajamos de manera aislada y no enfocamos nuestra fuerza en los seccionales, las cosas se complicarán.

Que desde el priista que tiene el puesto más encumbrado hasta el campesino o el estudiante priistas debemos enfocarnos en el terreno.

Los representantes tienen que ser de carne y hueso, y no listas.





Regaños en privado

–Los mejores hombres y mujeres y los mejores candidatos. Pero los priistas y la ciudadanía ven a los mismos en las postulaciones. ¿No se prevé también una renovación de rostros?

–Tenemos historias de éxito en el partido, de candidatos priistas que han salido victoriosos de sus procesos, a los que los electores les ha dado su confianza. No podemos descalificar a nuestros compañeros de partido que han sido exitosos.

También hay que reconocer que el comentario de la militancia es éste, que hay que meter nuevos perfiles. En esa parte estoy de acuerdo. No es que sea ambivalente, pero tenemos que reconocer esas dos vertientes.

–Sobre el tercer punto, el gobierno. El electorado ya no se toca el corazón y el que no cumpla, se va. Desde el punto de vista electoral, ¿el partido pediría a sus funcionarios que actúen bien para no sufrir el voto de castigo?

–Es evidente, pero también, a veces, no es definitorio. Hay gobiernos priistas que son de los mejores calificados por la ciudadanía, pero en las elecciones, pierde el partido. Como el caso del gobernador José Calzada, de Querétaro. Uno de los mejor evaluados y pierde la elección.

Lo que pasa es que el gobernante no es responsable de todo. El gobernante tiene sus tareas, pero el partido tiene que hacer su trabajo. El gobernador y los funcionarios no pueden hacer todo.

Un buen gobierno da oportunidades, pero si un partido no está cohesionado ni toma su papel, las cosas se pueden complicar.

–¿Lo mismo aplica en casos como el de José Luis Romero Calzada? ¿No es un obstáculo para los partidos?

–Nosotros tenemos que dividir esa parte. Es responsabilidad, como personas y como empresas, en lo privado, buscar la manera de dar cuentas a quién se las pide.

En el partido, respetamos las circunstancias de algunos compañeros, pero sí queremos dividir, y que cada uno es responsable de sus acciones.

–¿No es responsabilidad del partido el comportamiento de sus militantes, cuando ya son funcionarios?

–En el partido existe la Comisión de Justicia Partidaria, que sanciona las acciones y el comportamiento de los militantes. El Comité Directivo no se involucra en esto, no es nuestro campo de acción. La comisión está integrada por priistas de gran solvencia moral…

–¿Pero el comité estatal no podría llamar la atención ante comportamientos lesivos para la ciudadanía, sino para la imagen del partido?

–Claro. La dirigencia tiene un compromiso moral de estar observando lo que sucede en el estado, y podemos dar opiniones y hacer llamados al trabajo y a la cordura.

–¿Usted llamaría la atención a comportamientos lesivos para la imagen del partido?

-En lo personal, platicaría con las personas con las que se diera alguna circunstancia y les haría una reflexión en lo privado. Siempre estaremos pendientes de las situaciones que puedan dañar la imagen del partido.





El líder Carreras

–El activo más importante del PRI es el gobernador Carreras, pero puede ser un impulsor o un obstáculo, de acuerdo a su desempeño. Para el PRI, ¿qué es Juan Manuel Carreras?

–Es el mejor activo que tenemos. Lo reconocemos como el líder del priismo. Es un gobernador de militancia comprobada, de muchos años…

–¿Aún con su paso por administraciones panistas? ¿No demerita esa carrera?

–No. En lo personal colaboré con él en ese sexenio y fue una responsabilidad institucional, en la que sirvió a los mexicanos

Creemos que Juan Manuel Carreras va haciendo una actividad que fortalece las líneas de trabajo del partido. Está en permanente contactio con la ciudadanía, que ha puesto a San Luis Potosí en lugares muy importantes en materia de empleo, industria automotriz, lucha contra la pobreza.

Esa tarea la está cumpliendo de diez.

–¿De plano?

–Sí, de diez.





Sin control remoto

–Carreras López era su jefe la semana pasada. ¿Eso no lo hace poco objetivo al dar esta evaluación?

–No, porque lo digo con el conocimiento que tengo de todos los compañeros priistas que he apoyado para cargos públicos. Con esa visión, lo digo con esa franqueza, no porque me haya invitado a colaborar con él. Mi militancia en el partido no es ocasional. Ser dirigente de mi partido ha sido mi sueño, siempre he soñado serlo. Es lo que me falta.

Toda esa experiencia me da la posibilidad de referirme así a Juan Manuel.

–¿Qué les diría a los que ven en su presencia una dirección del PRI a control remoto desde palacio de Gobierno?

–Que mi formación y mi trabajo político es algo que no me han regalado, sino lo he venido construyendo a lo largo de 40 años. No soy un improvisado. Mi formación priista no es de hace tres años. Coincide con que un amigo es el gobernador de San Luis Potosí, pero también he colaboradores con muchos funcionarios y directivos del partido.

–¿Las decisiones del PRI son del partido y no de Palacio de Gobierno?

–El primer priista y el líder del partido es Juan Manuel Carreras. Siempre va a haber comunicación, siempre va a haber respeto y estoy seguro que va a apoyar las decisiones que el partido tome.