May busca terrenos comunes en el acuerdo de salida de la Unión Europea

May busca terrenos comunes en el acuerdo de salida de la Unión Europea

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LONDRES (FEE).- La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, se ha mostrado abierta a continuar el diálogo sobre el "brexit" con Jeremy Crobyn, pero ha descartado la unión aduanera que pide el líder de la oposición laborista.

En una carta enviada ayer y divulgada hoy, la "premier" escribió a Corbyn para responder a las exigencias que éste le había planteado como condición para desbloquear la actual crisis del "brexit", entre ellas la permanencia del Reino Unido en una unión aduanera con la Unión Europea (UE), una de las "líneas rojas" del Gobierno conservador de May.

"Somos totalmente claros sobre esto. No estamos considerando las propuestas aduaneras de Jeremy Corbyn, no estamos considerando ninguna propuesta de permanecer en la unión aduanera. Debemos tener nuestra propia política comercial independiente", dijo hoy un portavoz de la residencia oficial del 10 de Downing Street.

La primera ministra está decidida a renegociar con Bruselas la salvaguarda pare evitar una frontera dura en Irlanda del Norte, el principal escollo en las negociaciones, y tiene previsto hacer mañana una declaración en el Parlamento para informar de sus esfuerzos.

May y Corbyn se reunieron recientemente cara a cara para buscar algún tipo de consenso entre los principales partidos, después de que la Cámara de los Comunes rechazara en enero el acuerdo del "brexit" negociado con Bruselas debido, sobre todo, a la cláusula pensada para evitar una frontera entre las dos Irlandas.

Tras ese rechazo, los Comunes aprobaron una enmienda a una moción que pide una "renegociación" de esa garantía.

En su misiva divulgada hoy, May cuestionó la permanencia del Reino Unido en la unión aduanera que defiende Corbyn, pero se mostró a favor de abordar "arreglos alternativos" a la salvaguarda.

May afirmó que la Declaración política del acuerdo del "brexit", que establece los objetivos de la futura relación entre el Reino Unido y la UE tras la retirada británica (este 29 de marzo), "explícitamente facilita los beneficios de una unión aduanera", sin tarifas ni restricciones en todos los sectores.

A este debate se unió hoy el influyente exministro de Exteriores Boris Johnson, al insistir en que la salvaguarda debería tener "un límite" para no dejar al Reino Unido en la unión aduanera.

"El argumento ahora es cómo salir de la salvaguarda y cómo asegurar que el Reino Unido no está encerrado en esa prisión de la unión aduanera. Creo que necesitaría tener un límite de tiempo", insistió Johnson en declaraciones a los medios.

Además, acusó a Corbyn de querer "frustrar" el "brexit" al defender una permanencia en la unión aduanera, ya que el país no estaría libre de negociar acuerdos comerciales.

El líder del Partido Laborista cree que esa unión permitiría al Reino Unido tener voz en los futuros acuerdos comerciales que el bloque europeo pueda alcanzar, pero May la rechaza por considerar que impediría a su país negociar con países fuera del bloque europeo.

Esta es una importante "línea roja" defendida a capa y espada por el poderoso grupo de "tories" euroescépticos, entre ellos Johnson, visto por muchos analistas cada vez más como sucesor de May al liderazgo conservador.

Corbyn ha exigido además a May un "alineamiento cercano" con el mercado único que permita "instituciones compartidas" entre ambos lados del canal de la Mancha, replicar los "derechos y protecciones" comunitarios, participar en las agencias y programas de fondos europeos, así como compromisos "no ambiguos" sobre cooperación en seguridad.

"No tengo claro por qué cree usted que sería preferible tratar de tener voz en los futuros acuerdos comerciales de la UE en vez de tener la posibilidad de alcanzar nuestros propios acuerdos", le preguntó en su carta la primera ministra al líder laborista.

La primera ministra expresó su satisfacción, no obstante, porque los dos políticos están de acuerdo en que "el Reino Unido deba abandonar la UE con un acuerdo".

También de que coincidan en que "el objetivo urgente es encontrar uno que cumpla con los compromisos para con el pueblo de Irlanda del Norte, que tenga el apoyo del Parlamento y que pueda ser negociado con la UE, sin tener unas elecciones o un segundo referéndum".