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El que las universidades no formen abogados con capacidad de investigación y que las procuradurías -o fiscalías- no indagan en el contexto de la investigación penal, son algunas de las deficiencias para que no exista eficacia de las indagatorias de feminicidio, planteó José Arturo Yáñez Romero, doctor en Ciencias Penales y Sociales.
Aunado a lo anterior, añadió que las dependencias de procuración de justicia no atienden la parte medular, es decir, carecen de integración de perspectiva de género en las averiguaciones de dicho ilícito.
Previo a impartir la conferencia “Modelo metodológico para la mejor investigación del feminicidio” en el Centro de las Artes, lamentó que cuando una mujer es asesinada, se crea un enfoque moralista, por ejemplo: “se lo merecieron”, “por algo” o “porque tenían una mala conducta”.
Adujo que las dependencias inmiscuidas deben formar células proactivas de investigación, tener expertos en metodología de investigación empírica y formación jurídica, “que sean penalistas”.
Sugirió que tienen la obligación de aplicar las hipótesis jurídicas en las averiguaciones de campo, trabajar en forma coordinada y establecer autonomía técnica para decidir sus propias acciones “y que no acepten opiniones de los mandos superiores al respecto de cómo conducir una investigación”.
“Lo principal es que operadores adopten, entiendan y apliquen la perspectiva de género en la investigación de los delitos, la segunda parte es que mejoren su organización para la investigación, es decir, su organización para el trabajo”, concluyó.
