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Chilpancingo, Gro.- Los defensores de derechos humanos, Obtilia Eugenio Manuel e Hilario Cornelio Castro, fueron liberados por sus captores la madrugada de este sábado después de cuatro días de estar desaparecidos.
Ambos activistas desaparecieron el martes, luego de salir huyendo de Ayutla, el único municipio gobernado por usos y costumbres en Guerrero, y donde ella forma parte del Consejo de Autoridades Comunitarias. Lo anterior, tras hallar irregularidades en la asignación de obra pública, lo que les trajo amenazas de muerte.
Su última comunicación fue cuando iban a transitar la carretera Tierra Colorada-El Ocotito, donde hay presencia de autodefensas de la UPOEG, del Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) y de un grupo armado local.
El secretario de la Organización del Pueblo Indígena Me’ Phaa (OPIM), Cuauhtémoc Ramírez Rodríguez, informó que recibió una llamada de su esposa, Obtilia Eugenio, para que a las 6 de la mañana fuera a recogerla al zócalo de Tierra Colorada.
La llamada la recibió desde el celular de Obtilia. Días atrás, el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno, dijo que, según las investigaciones, habían sido detectados los celulares de los activistas en el municipio de San Marcos, en la Costa Chica.
La condición, según le dijo su esposa, era que fuera sin acompañantes y sin policías. Así lo hizo. Ahí halló golpeados a Obtilia e Hilario. De inmediato los sacó del lugar y hasta la caseta de Palo Blanco, en la autopista del Sol, los resguardaron policías y militares. No se pagó rescate.
Obtilia estuvo los cuatro días vendada de los ojos, no supo dónde la tuvieron ni tampoco vio a sus captores, dijo Cuauhtémoc Ramírez en conferencia de prensa.
“Fue torturada sicológicamente, fue golpeada y ahora no puede caminar bien porque le duele mucho una pierna”, dijo su esposo.