Piden investigar muerte de niña en guardería de Zacatecas

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María Guadalupe "N" y Juan Carlos Villazana Miranda, madre y abuelo de la niña Silvia Dayana, de un año dos meses, que murió el pasado viernes en la guardería Los Colorines, en el municipio de Sombrete, claman justicia tras manifestar su inconformidad con los resultados de la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas que exime de responsabilidad a dicha estancia.
En entrevista con EL UNIVERSAL, ambos dolientes manifiestan estar en contra de los resultados de la necropsia que determinaron que la causa de la muerte de la niña fue por "neumonía lobar bilateral y adenitis mesentérica, es decir, infección respiratoria alta y baja".
Esta inconformidad se deriva del comunicado que emitió la FGJZ, en donde se informa que "durante este procedimiento legal no se encontró ningún tipo de lesión externa o indicios que señalen algún tipo de agresión" y que con base en la información proporcionada por los familiares de la menor, aunado a la condición de salud que la niña presentaba, dicha autoridad determinó que en esta muerte "no se vislumbra responsabilidad del personal de la estancia".
Tras conocer esta resolución, tanto la madre como el abuelo de la niña Silvia Dayanna refieren que la pequeña "no tenía neumonía, solo le escuchamos ese día una leve tosecita". Incluso, refieren que horas antes la niña se comportaba "como siempre, muy alegre, jugaba, bailaba y brincaba al ritmo de la música que escuchaba".
María Guadalupe o "Lupita", de 17 años de edad y madre de Dayanna, menciona que el viernes llevó a su hija a la estancia a las 8:00 horas. Después ella se fue a su trabajo en un centro comercial, donde es cajera.
Relata que hasta las 14:20 horas recibió la llamada de Ofelia Briones, a quien señala como una de las directivas e hija de la dueña de esa guardería, quien le informó que su hija se había puesto "un poco mal". Lupita dice que, de inmediato, se trasladó a la guardería, "ya no había niños ni maestras", sólo estaba Ofelia, quien le manifestó que su hija había sido enviada a recibir atención médica pero que "estaba bien" y fue todo lo que le dijo, después desapareció.
Lupita acudió al consultorio que estaba cerca de la estancia, a donde llevaron a su hija, pero ahí fue cuando se enteró que la niña llegó muerta. Afirma que las directivas la dejaron en ese lugar, ya que no había nadie de la estancia ni quien le diera una explicación de lo ocurrido: "nadie quería darme la cara".
Por su parte, Juan Carlos Villazana dice que está inconforme con la resolución de la Fiscalía General de Justicia porque nunca les informaron que con los resultados de la necropsia se eximia de responsabilidad a la guardería.
"Nos enteramos por los medios". Menciona que está devastado porque más que su nieta era su hija, porque Lupita es madre soltera y siempre vio cómo su hija a la niña. Ahora busca que los escuche el fiscal Francisco Murillo Ruiseco o alguna autoridad que los ayude a que se investigue a fondo a esa guardería y que "esta tragedia no se vuelva a repetir en otros niños", pues de entrada consideran que si, desde un principio, el personal de esa estancia infantil hubieran visto mal a la niña "no la hubieran recibido".
Incluso, cuestionan que si en la guardería vieron que su hija estaba enferma, se las "debieron regresar en las primeras horas, no hasta que las cosas se complicaron, ya cerca de la hora de salida".
Tras analizar esta tragedia, Lupita y Juan Carlos comentan que "en algunas ocasiones que llegaron a ir a la estancia todos los niños estaban dormidos. Hoy vemos que eso no es normal". Por ello, exigen que se investigue a fondo cómo opera dicha estancia infantil y se les exija que cuenten con personal médico o que tenga conocimientos de primeros auxilios: " tal vez sí hubieran tenido personal médico en ese lugar, no hubiera muerto la niña".
Aclaran que si bien la guardería les apoyo con gastos funerarios y que ya nada les regresará a Dayana, ellos quieren hacer todo lo necesario para que los escuche la autoridad y que se haga justicia.