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Elementos de la Policía intentaron desalojar a empleados de la maquiladora Bright Finishing que obstruían el acceso a la planta, lo que provocó tensión entre ambas partes.
Alrededor de 80 empleados se apostaron en la entrada a fin de impedir que algunos de sus compañeros entraran a trabajar en esta compañía donde aún no se emplaza a huelga.
Sin embargo, elementos estatales que realizaban recorridos por diversas maquiladoras comentaron que les solicitaron el retiro del cerco a petición de quienes sí deseaban entrar a laborar.
Esto se convirtió en un zafarrancho ante la negativa de los trabajadores de desalojar por lo que los policías hicieron uso de la fuerza para retirarlos.
En el forcejeo, un hombre cayó al piso aparentemente desmayado, aunque la policía estatal aseguró que se dejó caer intencionalmente.
Algunas mujeres enardecidas aseguraron haber sido víctimas de golpes y algunas otras dijeron sentirse mal, ya que se encontraban embarazadas.
Acto seguido, aproximadamente 30 uniformados se colocaron en la entrada de la maquiladora para permitir el paso de los trabajadores que deseaban cumplir con su horario de trabajo.
Representantes jurídicos de la empresa salieron para hablar con los trabajadores, sin embargo no lo consiguieron. La abogada Susana Prieto Terrazas acusó a los policías estatales de abuso de autoridad y aseguró que en la maquiladora se utilizaban químicos que ponían en riesgo la salud de los trabajadores.