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En las familias, entre hermanos, en las parejas y en las ex parejas, se “incuba” el odio a las mujeres, advirtió Marcela Lagarde, antropóloga feminista y ex diputada federal en su visita a la capital potosina.
La académica enfatizó que en muchos de los casos de violencia, cometidos por las ex parejas, los varones se sienten “dueños” de ellas y cuando las agreden, lo hacen “con una saña terrible”.
Criticó que persista una cultura misógina, donde algunos hombres se “sienten con el derecho” de agredir verbalmente a una joven al verla pasar o al grado de “enseñar” a la mujer, a “reírnos de esas cosas como si fueran chistes”.
Remarcó que la violencia contra las mujeres lleva una “enorme” carga de misoginia, es decir, odio hacia ellas, cuyo fundamento es coincidente entre todas las teóricas dedicadas al estudio de ese ilícito.
Previo a participar en una mesa de diálogo en el Colegio de San Luis (Colsan), lamentó que la sociedad no percibe un grito en una casa o un comentario discriminatorio en redes sociales a una actriz indígena, como una acción de violencia hacia la mujer.
“Todos sabemos la violencia brutal y extrema que hay en México contra mujeres y niñas, que llamamos feminicidio y violencia feminicida. Eso pasa a mujeres, a niñas, jóvenes de distintas clases sociales; de distintos grupos culturales, étnicos…de distintos estados del país”, señaló.
Valoró que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia implicó la creación de una visión democrática y de derechos humanos de las mexicanas, “y no todos están de acuerdo que las mujeres tengamos derechos humanos”.