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Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco inauguró el jueves una cumbre sin precedentes sobre prevención de abusos sexuales en la Iglesia, al ofrecer a los obispos católicos y otros líderes religiosos 21 propuestas para castigar a los pederastas y mantener a los niños a salvo, luego de advertir que los fieles exigen acciones concretas y no solo palabras.
El tono de la cumbre de cuatro días, de la que se tienen enormes expectativas, se impuso desde el inicio, con víctimas de todo el mundo relatando a los obispos el trauma de los abusos que sufrieron y el dolor adicional que les causó la Iglesia con su indiferencia inicial.
“Escuchen el clamor de los jóvenes que quieren justicia” y aprovechen la ocasión para “transformar este mal en una oportunidad de comprensión y purificación”, dijo Francisco a los 190 líderes de conferencias episcopales y órdenes religiosas que asisten al encuentro.
“El pueblo de Dios nos mira y espera no solo condenas simples y obvias, sino que se establezcan medidas eficientes y concretas”, agregó Francisco.
La cumbre busca instruir a los líderes de la institución sobre la importancia de prevenir los abusos sexuales en sus templos, de atender a las víctimas e investigar los casos cuando ocurren.
Por su parte, el papa Francisco ofreció un camino para avanzar en una reforma a través de 21 propuestas para que la Iglesia las considere, incluso algunas que requerirían cambios en la ley canónica.
El pontífice está pidiendo protocolos adicionales para manejar las acusaciones contra los obispos y sugirió protocolos para las transferencias de seminaristas o sacerdotes para evitar que los pederastas puedan incorporarse libremente a comunidades incautas.
Los sobrevivientes de abusos acudieron en masa a Roma para exigir responsabilidades y transparencia a los líderes eclesiásticos, advirtiendo que el tiempo del encubrimiento terminó.