CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 13 (EL UNIVERSAL).- El fallecimiento de Abraham Quintanilla reavivó el interés por su papel como padre y guía en los inicios de la carrera de Selena, quien perdió la vida en 1995. Mucho antes de que su hija se convirtiera en un fenómeno internacional, Quintanilla sentó las bases de un proyecto familiar que marcaría el rumbo de la música texana.
A finales de los años setenta, abrió el restaurante Papagayo's, un negocio familiar que terminó convirtiéndose en el primer escenario musical de sus hijos.
El local, ubicado en Lake Jackson, Texas, ofrecía platillos mexicanos inspirados en las raíces de Marcela Zamora, esposa de Abraham y originaria de Acuña, Coahuila. Mientras los clientes comían, Selena, con apenas nueve años, interpretaba canciones acompañada por sus hermanos Suzette en la batería y A.B. en el bajo.
La agrupación adoptó el nombre de Selena y Los Dinos, en referencia al antiguo grupo musical de Abraham. Mientras él y Marcela se encargaban de dirigir el restaurante, también instruían a sus hijos, incluyendo la enseñanza del español para que pudieran interpretar canciones dentro del género texano.
Sin embargo, las dificultades económicas golpearon a la familia. A principios de los años ochenta, la crisis derivada del declive de la industria petrolera provocó que muchas personas abandonaran la zona y el restaurante se volvió insostenible.
"No podía conseguir trabajo en ningún lado, así que le dije a Marcella que iba a regresar a la música. La música era lo único que sabía hacer. La banda era lo mejor que teníamos. Todos estuvimos de acuerdo en intentarlo", recordó Abraham en una entrevista con Texas Monthly en 2020.
A partir de ese momento, Selena y la banda se convirtieron en el principal sustento de la familia.
Para entonces, la cantante tenía 12 años. Recorrieron Texas presentándose en eventos familiares como fiestas de cumpleaños y bodas, hasta establecerse en Corpus Christi. Toda la familia participaba activamente en el proyecto, ya que Abraham fungía como ingeniero de sonido y Marcela se encargaba de la iluminación.
Este impulso familiar permitió que Selena comenzara a consolidarse dentro de industria. Con el paso de los años, su talento la llevó a ser reconocida en los Tejano Music Awards, donde obtuvo un galardón como Vocalista Femenina del Año, y a posicionarse como una de las voces más representativas del género con temas como "Como la flor" y "El chico del apartamento 512".
Abraham Quintanilla vio el talento en Selena
Abraham Quintanilla llegó a reconocer el talento de su hija desde muy temprana edad. Tras dejar la música de lado para mantener a su familia, trabajó en Dow Chemical y vivió en un entorno alejado de la vida nocturna que había conocido como músico.
"Fue una etapa muy estresante de mi vida. Iba a trabajar todos los días, estaba ahí físicamente, pero mi mente no. Aunque el sueño de triunfar se había terminado, nunca me abandonó. Intenté adaptarme a la vida en Lake Jackson, pero pensaba en la música todo el día", relató.
Por las noches, después del trabajo, tocaba la guitarra en casa, momento en el que descubrió la capacidad vocal de Selena. "Un día, cuando tenía unos seis años, empezó a cantar conmigo", recordó. Ese hallazgo marcaría el inicio de una carrera que llevaría a Selena y Los Dinos a grabar seis álbumes, antes de que la cantante debutara como solista en 1989.
Tras el asesinato de Selena, Abraham Quintanilla continuó resguardando la memoria y el legado artístico de su hija. Se mantuvo involucrado en la Fundación Selena, colaboró en la dirección de la compañía discográfica de música latina Q-Productions y participó como productor ejecutivo de proyectos televisivos inspirados en la vida de la cantante.