IUDAD DE MÉXICO. - Ernestina Sodi, periodista, hermana de Thalía y Laura Zapata, y madre de la actriz Camila Sodi falleció a los 64 años de edad. Ernestina Sodi murió debido a las complicaciones de la ruptura de la arteria aorta que sufrió y ocasionaron los dos infartos que la mantuvieron 21 días en el hospital.
La noticia la confirmó su hija Camila Sodi a través de redes sociales, donde informó que la abuela de sus hijos falleció este 8 de noviembre del 2024. Ernestina Sodi se inclinó por el trabajo intelectual, fue periodista, historiadora y una prolífica escritora.
Nació el 24 de julio de 1960, fue la tercera hija de Yolanda Miranda Mange, sus hermanas son Laura Zapata (del primer matrimonio de su madre), Federica, Gabriela y Thalía, cuyo padre era el criminólogo Ernesto Sodi Pallares.
Su educación se forjó en diversas instituciones, entre ellas el Conservatorio Nacional de México, el Instituto de Cultura Superior donde obtuvo la licenciatura en Historia del Arte, y la Universidad Iberoamericana donde estudió el doctorado en Letras Modernas. El arte, la estética, las relaciones humanas y las cuestiones emocionales, fueron temas recurrentes en sus obras literarias como, “Los Cerezos Negros”, “Águeda” y “Líbranos del Mal”, en este último abordó un momento muy complejo en su vida, el secuestro que vivió al lado de su media hermana Laura Zapata.
SU SECUESTRO
En 2002 Laura formaba parte del elenco de la obra La casa de Bernarda Alba, la cual se presentaba en el Teatro San Rafael, cuando los hechos sucedieron Ernestina había acompañado a su hermana en una de sus funciones, a la salida del recinto fueron abordadas por un grupo de hombres armados que las privó de su libertad.
Fueron 34 días de cautiverio en el cual se pidió un rescate de 5 millones de dólares, cantidad que exigían fuera pagado por Tommy Mottola, esposo de la cantante Thalía; pero Laura fue liberada un poco antes para negociar el pago y Ernestina se quedó sola con sus captores hasta su liberación. En el libro cuenta cómo afectó esta experiencia su vida y por qué se fracturó su relación con Zapata, ya que sugiere que pudo haber estado involucrada en el secuestro. Hasta el día de su muerte el distanciamiento entre ellas fue insalvable.
Pero Ernestina ya había pasado por un hecho de violencia, la cual vivió en el interior de su matrimonio con el abogado Fernando González Parra, con quien procreó a sus hijas Camila y Marina Sodi; situación que terminó en un divorció. Debido a estas experiencias, se había convertido en una férrea activista por los Derechos Humanos, contra la violencia a las mujeres y la desaparición forzada, además del feminismo.
En los últimos 16 años de su vida disfrutó el ser abuela de Jerónimo y Fiona, hijos de Camila Sodi y el actor Diego Luna.