Controversia en la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos

DJ Barbara Butch enfrenta amenazas y abuso

PARÍS (AP) — La ola de indignación por un pasaje de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, incluyendo comentarios furiosos de Donald Trump, tomó un giro legal este martes, pues los fiscales franceses ordenaron a la policía investigar las denuncias de una DJ e ícono LGBTQ+ que se presentó en la gala inaugural.

La DJ Barbara Butch dijo que sufrió una ola de amenazas y abuso en internet tras una controversial escena en la ceremonia de apertura. Una abogada de Butch dijo a The Associated Press que había presentado una denuncia penal formal alegando acoso en internet, amenazas de muerte e insultos. La abogada, Audrey Msellati, dijo que la denuncia no menciona a un perpetrador o perpetradores en específico de los presuntos delitos.

La fiscalía de París confirmó que recibió la denuncia de Butch y dijo que había encargado a una unidad policial especializada en la lucha contra los crímenes de intolerancia que la investigara. La investigación policial se centrará en "mensajes discriminatorios basados en religión u orientación sexual que le fueron enviados o publicados en línea", dijo.

Aunque el director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, ha dicho repetidamente que no se inspiró en "La última cena", los críticos interpretaron la parte del espectáculo en la que aparecía Butch como una burla a la pintura de Leonardo Da Vinci que muestra a Jesucristo y sus apóstoles.

Butch, quien se autodenomina una "activista del amor", lució un adorno plateado que parecía un halo mientras musicalizaba una fiesta durante su segmento del espectáculo. Artistas drag, bailarines y otros flanqueaban a Butch a ambos lados.

Trump, en Estados Unidos, dijo el lunes que pensaba que era "una vergüenza".

"Tengo una mentalidad muy abierta", dijo el expresidente y actual candidato republicano a la presentadora de Fox News, Laura Ingraham, quien preguntó específicamente sobre las comparaciones con "La última cena", "pero pensé que lo que hicieron fue una vergüenza".

Obispos católicos franceses y otros estuvieron entre los que aseguraron que los cristianos se sentían heridos y ofendidos. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París argumentaron que "nunca hubo una intención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso" y que la intención era "celebrar la tolerancia de la comunidad".

Jolly ha dicho que interpretó el momento como una celebración de la diversidad, y la mesa en la que Butch tocó sus canciones como un homenaje a la fiesta y la gastronomía francesa.

"Mi deseo no es ser subversivo, ni burlarme, ni escandalizar", dijo Jolly. "Sobre todo, quería enviar un mensaje de amor, un mensaje de inclusión y en absoluto dividir".

El actor Philippe Katerine, que apareció en la siguiente escena pintado de azul y casi desnudo en un homenaje a Dioniso, también dijo al periódico Le Monde que no se había hecho ninguna referencia a "La última cena" durante los preparativos para el boceto general.

En una declaración propia, publicada en Instagram, Butch dijo: "Digan lo que digan algunos, yo existo. Nunca me he avergonzado de quién soy y asumo la responsabilidad de todo, incluidas mis elecciones artísticas. Toda mi vida me he negado a ser una víctima: no me callaré".

Agregó que se sentía "extremadamente honrada" de actuar en la ceremonia del viernes y que "mi corazón todavía está lleno de alegría".

"Estoy comprometida y orgullosa. Orgullosa de quién soy, de lo que soy y de lo que encarno, tanto para mis seres queridos como para millones de franceses. ¡Mi Francia es Francia!", escribió.

En una entrevista con AP el martes, Msellati describió a Butch como una persona con "espíritu de lucha", dispuesta a defenderse a sí misma y sus decisiones, y todavía muy orgullosa de su participación. "Ella no se arrepiente, ni siquiera ahora", dijo la abogada.

La representante legal agregó que los mensajes de odio dirigidos a Butch "llegan casi a cada minuto" y que Jolly y los artistas drag de la ceremonia también han sido blanco de acoso cibernético.

"Vamos a unirnos contra este ciberacoso que es al mismo tiempo antisemita, homofóbico, gordofóbico y todo eso", afirmó.

La abogada también dijo en una declaración anterior que se presentarían denuncias legales independientemente de "si fueron cometidos por nacionales franceses o extranjeros" y que Butch "tiene la intención de procesar a cualquiera que intente intimidarla en el futuro".

Otra protagonista de la polémica escena, la drag queen Paloma, dijo el martes que no había presentado su propia denuncia.

Pero, dijo, "si los insultos continúan, me uniré a mi amiga Barbara Butch en su enfoque. Por ahora, estoy tratando de concentrarme en los miles de mensajes amorosos que recibo".

Sobre las críticas, Paloma dijo que su "si Donald Trump no reacciona, entonces no hemos hecho nuestro trabajo. Desafortunadamente, íbamos a tener una reacción negativa sin importar lo que hiciéramos". También dijo que era hipócrita que los críticos utilizaran la religión como base para "una reacción que es muy homofóbica, muy transfóbica, queer-fóbica, drag-fóbica, incluso antisemita y gordofóbica".

Y otra drag queen en la escena, Piche, dijo que estaba "realmente feliz de que las personas queer pudieran estar representadas en este espectáculo. No hubo ningún momento en el que la idea de ofender a alguien o a una religión estuviera en la mente de alguien. Fue simplemente un momento alegre y feliz de la cultura pop que sintió la mayor parte del planeta".