CIUDAD DE MÉXICO.- Ana de la Reguera cumple hoy 46 años de vida y lo hace estando en pantalla grande con la película “¡Que viva México!”, que en sus primeros 10 días contabilizó cerca de 800 mil espectadores.
La veracruzana que comenzó su carrera en 1996, ha sido de las mexicanas que ha brincado a EU, donde ha trabajado en series como “Twin Peaks” y “El ejército de los muertos”.
Pero aquí te dejamos 10 cosas que no sabías de ella.
No fue muy diestra en la escuela de su infancia: sus calificaciones oscilaban entre el seis y siete. Pero cuando cursó actuación, hasta la adelantaron un año por sus conocimientos.
Siempre que llegaban visitas a su hogar, les presentaba la coreografía de “Ni tu ni nadie”, canción ochentera de Alaska y Dinarama. Le gustaba peinarse como Sasha Sokol, la ex Timbiriche.
Fue una niña penosa y tímida, lo cual dejaba a un lado cuando de música y actuación se trataba. Solía ir con una amiga a estudiar y ambas se la pasaban riendo, cinco minutos antes de que llegaran por ella, preguntaba de qué trataba la materia y eso repetía a su mamá
Cuando terminó el nivel educativo de secundaria, se fue de intercambio académico a Nueva York. Ahí no sólo fortaleció su idea de ser bailarina, sino que le atrajeron más actividades. A los 18 años, sola, viajó de su natal Veracruz a la Ciudad de México, para ingresar al CEA de Televisa.
En sus descansos estudiantiles, aprovechaba para ir al set de la telenovela “La paloma”, donde conoció a Ana Celia Urquidi, que luego sería pieza fundamental en Argos y las telenovelas de TV Azteca.
Tuvo una aparición pequeña en “Pueblo chico, infierno grande”, protagonizada por Verónica Castro; cuando la invitaron a irse a la televisora del Ajusco, no lo pensó. En su nueva empresa explotó con los teledramas “Todo por amor” y “Cara o cruz”.
Inspirada por Demian Bichir, quien produjo Hidalgo, la historia jamás contada, Ana encabezó la versión cinematográfica de Las Aparicio, que protagonizó. La jarocha cuenta que le preguntaba mucho a Demian cómo ir viendo el tema y entendió que tener un nombre reconocido ayuda, pero contar con una buena historia es lo que respalda.
Lejos de ser una diva, en una producción puede comer sin problema alguna torta para estar rápido en el set. Así lo hacía en el rodaje de “Backyard”, sobre feminicidios, realizada en Ciudad Juárez.