Aquellos que demuestren vocación para la locución deben empezar por conducirse con respeto hacia su público, conquistarlo y provocar que su trabajo sea una experiencia enriquecedora para radioescuchas y televidentes, advirtió Sara Robles, responsable de programas en estaciones de frecuencia modulada.
Sara Robles advierte que se tiene que sonreír, pero además se tiene que ganar al público, porque parte de las competencias de los conductores de programas radiofónicos se concentran en asumir la responsabilidad que le toca a cada quien para conquistar al público y ganarse su respeto.
Advierte que por ejemplo, no se puede empezar a hacer locución con técnicas que invitan a la grosería o a ser groseros con la gente.
Explica que el trabajo cotidiano es, que así como los periodistas llevan la diaria tarea de decir la verdad, y los locutores deben conquistar a diario a su público, generarle una eterna energía positiva, apoyarle en la formación de valores, y esperar la respuesta positiva del público.
Advierte que lo más satisfactorio es la respuesta de un público que a diario escribe para agradecer que si no tuvo un buen día, con el solo hecho de escuchar los consejos o un mensaje constructivo, ya cambió el sentido y el sentimiento por el instante que se vivió, aquel que se queda en los recuerdos de quien ha recibido lo mejor de un locutor que será recordado por un trabajo bien hecho.