CIUDAD DE MÉXICO.- El artista principal de la primera fecha del Festival Arre fue Natanael Cano, que cerró oficialmente el debut del evento y lo hizo como Gabito Ballesteros, custodiado por dos guardaespaldas durante toda su presentación, pero también con un personaje más en el escenario, un paramédico que le proporcionaba cada cierto tiempo oxígeno al cantante.
“Me dijeron ‘Nata no brinques, no corras porque te vas a cansar’, pero me vale verga vamos a cantar unos corridos tumbados bien jalados”, dijo el precursor del género al micrófono, aunque no con la misma energía con la que se presentó, por ejemplo, en el del Auditorio Nacional, donde sí corrió, gritó y hasta bromeó.
Aun así, el cantante se entregó y agradeció a su gente: “Muchas gracias CDMX, los quiero, gracias por estar aquí”, dijo el cantante que, además, portaba consigo un chaleco antibalas pero con una marca de ropa luciendo en todo el frente.
Ese mismo atuendo se volvió parte del performance de “Nata”, que fue el único artista que además de salir con sus músicos estuvo acompañado de bailarines que representaron distintas escenas durante el show. Desde un enfrentamiento armado, hasta la simulación de un asalto y un conflicto cuerpo a cuerpo en la tarima, con armas falsas y coreografías en las que por momentos se involucró el protagonista de la noche, Natanael.
“Mi bello ángel” de entre todas las canciones con narrativas bélicas que interpretó el artista durante su show fue la que resaltó, por su temática romántica, pero después todo fueron drogas, joyas, fiesta, mujeres, pero una narrativa que probablemente explica la cercanía de estos artistas con su público, el crecimiento con base en el esfuerzo.
“PRC”, y “Diamantes”, complementaron el repertorio que, aunque de solo una hora convenció a sus fans, desde los más jóvenes, entre ellos también niños acompañados por sus padres, hasta jóvenes fumando marihuana, y otros bebiendo, como Natanael pese a sus problemas respiratorios hacía en el escenario.