Fue llamado el rey del rock, enloqueció a la juventud de Estados Unidos y gran parte del mundo con su belleza y provocadora propuesta musical, sin olvidar sus atrevidos movimientos en el escenario, un hombre generoso con sus allegados, pero también despilfarrador y extravagante en sus lujos; así fue Elvis Presley quien el día de ayer hubiera llegado a los 90 años, si la muerte no lo hubiera sorprendido con un infarto agudo de miocardio el 16 de agosto de 1977.
Al momento de su muerte contaba con tan sólo 42 años de edad, aunque aparentaba más edad por el sobrepeso que padecía, esto lo llevó a tener problemas de salud como glaucoma, hipertensión arterial y daños en el hígado, además de su abuso en el consumo de drogas prescritas.
En la parte financiera su fortuna reflejaba la forma en que se había dirigido a lo largo de su carrera, gastando dinero sin control, regalando Cadillacs, casas y dinero a su familia, amigos y a quien él quisiera, pero sobre todo en los grandes porcentajes que su mánager, el coronel Thomas Parker terminó ganando, el 50% de los ingresos netos de Elvis, entre otros mal manejos financieros, lo que lo dejó con una fortuna final de 5 millones de dólares.