Lunes, 1 de julio de 2024 23:36 | Espectáculos, Cultura y Estilos | FARÁNDULA-REENCUENTRO
CIUDAD DE MÉXICO, julio 1 (EL UNIVERSAL).- Tessa, la recién nacida hija de José Eduardo Derbez y Paola Dalay, no llegó con torta bajo el brazo, pero sí con la solución a décadas de rencillas entras las familias Derbez y Ruffo.
Para nadie es un secreto que, después de haber finalizado su relación, Eugenio y Victoria comenzaron una guerra de dimes y diretes que terminó alejando al comediante de su hijo durante varios años.
Pero lo que parecía casi imposible, sucedió apenas este fin de semana, cuando la nieta de ambos famosos llegó al mundo y, por consiguiente, tuvieron que verse de nueva cuenta.
Fue este domingo pasado cuando la modelo anunció la llegada de su primogénita, y aunque no dio más detalles, por una publicación que los Derbez compartieron en sus respectivas redes sociales, nos enteramos que el también actor estuvo presente en el hospital durante el nacimiento de la pequeña.
Ruffo, en entrevista con Gustavo Adolfo Infante, dio algunos detalles sobre la niña, como el hecho de que sacó los genes del famoso abuelo; sin embargo, no ahondó sobre su reencuentro con el papá de José Eduardo.
Quien sí habló al respecto fue el protagonista de "No se aceptan devoluciones", confesando que, aunque complicado, fue bastante cordial: "De repente cuando llegué yo a la habitación, estuvimos ahí. Corrimos al pasillo y ahí estaba José Eduardo con toda la familia Ruffo. Nos encontramos en el pasillo. Fue complicado", dijo al programa "De primera mano".
Incluso, pudieron darse un abrazo hasta inmortalizaron la fecha con una foto del recuerdo: "Coincidimos, nos dimos un abrazo. Sí, nos tomamos una foto. Ahí estamos las dos familias juntas, nada más que no me corresponde a mí subirlas", agregó.
Asimismo, Derbez aclaró que la pequeña Tessa puso punto final a cualquier conflicto que todavía pudiera quedar, lo que significaría un nuevo comienzo y la posibilidad de que nazca, si no una amistad, una relación cordial entre los Derbez y los Ruffo.
"No cruzamos muchas palabras. Créeme que desde antes ya habíamos limado asperezas, pero no nos habíamos topado. La niña vino a arreglar todo. Todo quedó enterrado y convivimos bastante bien", finalizó.