El programa de telerrealidad latino "La Casa de los Famosos" vuelve con una nueva temporada y busca perpetuar su éxito mediante el uso de las redes sociales, que permiten a sus adeptos experimentar el morbo de seguir a los participantes las 24 horas del día.
La tercera temporada, que se estrena el próximo martes en Telemundo, prevé continuar con la popularidad de un formato televisivo que, pese a llevar décadas en antena, sigue enganchando a miles de televidentes.
Pese a reconocer la longevidad de la idea, uno de los presentadores del programa, Hector Sandarti, explicó en una entrevista a EFE que están llegando a "una generación que no conocía el formato".
Buena parte de culpa la tienen las redes sociales, una de las novedades respecto a las primeras ediciones de los programas de telerrealidad, que consisten en encerrar en una casa a decenas de personas para observar sus comportamientos y relaciones, como "Gran Hermano" en España.
Estas otorgan a los televidentes mayor poder en el devenir del programa y permiten seguir la señal de las cámaras instaladas en la casa en cualquier momento y lugar.
"Las redes sociales han dado una nueva dimensión y las pasiones son más fuertes. Antes tenías que ver el 24 horas en la televisión por cable, ahora lo puedes ver todo el día por tu teléfono", explicó a EFE Jimena Gállego, también conductora del programa.
Esta edición reunirá a 17 celebridades latinoamericanas de diversas ramas, entre quienes destacan la actriz mexicana Paty Navidad, la cubana Aylin Mújica, el actor de telenovelas mexicano Arturo Carmona, el empresario de concursos de belleza Osmel Sousa y la rapera Yameyry la Materialista Ynfante.
Sin embargo, la casa en la que los participantes pasarán cerca de tres meses conviviendo contará con dos inquilinos extras que surgirán de un programa que se rodó las semanas previas al estreno, en el que el y la vencedora se ganarán un hueco entre las celebridades.
EL MORBO DETRÁS DE LAS PAREDES
En una visita al lugar en el que se filma el programa, cuya ubicación la producción pidió no desvelar para mantener el misterio, EFE pudo pasear por los pasillos interiores desde los que, a través de cristales, las cámaras captan de improvisto el drama y el morbo diario.
Desde los pasillos, que se mantienen en plena oscuridad y en los que trabajan decenas de camarógrafos y técnicos durante horas, se captan las conversaciones, gestos y pequeñas escenas íntimas de los concursantes, como maquillarse, hacer la cama u holgazanear por la mañana.
Aunque uno de los motivos que atraen a tantos espectadores son los enfrentamientos y los devaneos amorosos que protagonizan las celebridades, los presentadores coincidieron en que tanto ellos como los concursantes tienen una responsabilidad en el mensaje que transmiten a la audiencia.
Sandarti, quien fue participante en un programa similar, aseguró que pese a que entran en la casa "con una conciencia especial de que tienes que cuidar cada cosa que haces y dices", a las dos semanas muchos ya se han olvidado de las cámaras y los micrófonos.
Gállego, sin embargo, admitió que le gusta ver la vulnerabilidad y humanidad que se apodera de los famosos que tanto ha visto en telenovelas, películas y programas televisivos.