CIUDAD DE MÉXICO.- La nueva gira de Bad Bunny, “DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour”, llega a la capital mexicana este 10 de diciembre para uno de los cierres de año más épicos en la industria de la música del país.
Durante 8 noches el conejo malo llenará el Estadio GNP Seguros, antes Foro Sol, de vivaz energía, cantando y contagiando al público de la calidez y el sazón de los ritmos latinos.
Sin embargo, esta gira ha llamado la atención del mundo de los espectáculos, no solo por su magnitud e impacto social, sino por su profundo significado cultural, emocional y arquitectónico.
En esta, la sexta gira musical del cantante, Bad Bunny decidió integrar la famosa “casita”: una estructura arquitectónica que el mundo conoció por primera vez durante su residencia de 31 conciertos en Puerto Rico, titulada “No me quiero ir de aquí”.
La “casita” es un segundo escenario que el puertorriqueño utiliza para interpretar versiones acústicas o alternas de sus canciones, convivir con invitados especiales y recibir a amigos durante sus shows.
A lo largo de la residencia en su tierra natal y de los primeros conciertos que hemos visto de la gira mundial, la casita se ha convertido en un ícono de las presentaciones y uno de los momentos más esperados de la noche por parte del público, pues da pie a una interacción distinta, convirtiendo el espectáculo en una experiencia profundamente emocional.
Más allá de un elemento escenográfico, la casita de Bad Bunny funciona como un puente sensorial, mediante el cual el cantante pretende transportar al público a Puerto Rico, o más bien, llevar la esencia del Caribe y de muchas partes de América Latina a los escenarios más grandes del mundo.
De acuerdo con Architectural Digest México, “sus colores vibrantes, su estética doméstica, la marquesina abierta y las sillas plásticas evocan la arquitectura vernácula de la isla.
Mide 12.80 metros de ancho por 12.80 metros de largo y alcanza los 3.66 metros de altura. En el interior tiene capacidad para 30 personas, mientras que en el espacio adicional del balcón caben otras 15. Su techo es incluso capaz de sostener hasta 20 espectadores o performers.
Según el medio mencionado, está basada en una vivienda existente en la localidad de Humacao -ubicada en la costa este de Puerto Rico-, donde se grabó el video musical de “Debí tirar más fotos”.