Miguel Mateos tocó fondo

Regresa como el Ave Fénix

Ciudad de México. - La fama a manos llenas y el éxito constante de su música hicieron que el cantautor argentino Miguel Mateos tocara fondo durante la época de los 80, justo cuando el rock en español se encontraba en su máximo apogeo.

“Controlar la fama es tremendamente difícil. Hubo momentos complicados, pero mi familia, mi mujer y mi hijo fueron muy importantes para que yo saliera adelante. Me decidí por ciertos valores para no tener que caer más”, confesó el músico.

Dijo que en aquel tiempo aparecieron muchas tentaciones y vicios. “Me sentía dueño del mundo hasta que vi que no era así, que era un pobre infeliz como cualquier mortal”.

Las grandes glorias, dijo, son momentáneas, pero no las analizaba así cuando cualquier canción que lanzaba al mercado alcanzaba los primeros lugares de popularidad en la radio.

El éxito no es eterno

“Yo pensaba que el éxito sería eterno y no. Poco a poco fui comprendiendo que uno tiene el privilegio de estar haciendo lo que le gusta y eso es lo que, de alguna manera, me salvó. Discerní entre lo bueno y lo malo, entre lo que me convenía y no, y paré a tiempo”.

“Cuando sentí que debía retirarme, tuve la inteligencia necesaria y lo hice. Fue como tener a un lado a un angelito y del otro a un diablito; tuve que decidir para qué lado me iba. Pasé dos años fuera, me reconvertí, me reexaminé, me limpié y volví como el Ave Fénix”.

Al final, el cantautor comprendió que “las cosas más importantes de la vida son las que protegen al ser humano, son las únicas que te tienden la mano cuando estás equivocado o cuando surgen los momentos de duda porque, obviamente, sí toqué fondo”.

“Recurrí al amor, a la fidelidad y el compañerismo. Entendí que el verdadero valor consiste en no creérsela nunca más.