A este tenso contexto, se suma Natanael Cano, el descrito como "pionero de los corridos tumbados" que, ayer, en la Feria de Aguascalientes, no tuvo ningún empacho en mostrar lo inconforme que está con las peticiones que le han hecho a él y a otros colegas.
Mientras "Nata" estaba por comenzar a interpretar un tema, se percató que el gran grueso de la audiencia le pedía, con insistencia, que cantara "Cuerno Azulado"; molesto, dijo a sus fans que estaban equivocados al pensar que era a él a quien debían solicitarle eso, evidenciando que el problema es del gobierno.
"´Cuerno´no me la tiene que pedir a mí, mi viejo, ´Cuerno´ se la tiene que pedir a su gobierno, no me la vengan a pedir a mí, si tanto la quieren, hagan algo por ello entonces, venimos con gusto a cantarles a Aguascalientes y, con mucho respeto a la gente que nos está prohibiendo cantar y demostrar nuestro arte, al final... nos vale verg*, pero hagan algo ustedes, no venga a pedírmelo a mí, aquí... su gobierno es el que los está presionando, mi viejo, fierro", expresó.
Y si bien, el cantante no incluyó este tema, dio paso a su interpretación de "El de la codeína", una de sus canciones más populares, pero también de las más controversiales.
Eso provocó que, cuando los organizadores notaron de qué canción se trataba, apagaran todo el equipo de audio, impidiendo que los músicos que lo acompañaban continuaran ejecutando sus instrumentos, sin saber muy bien qué hacer; Cano siguió cantando, sin la necesidad del micrófono, pero luego de un sobreesfuerzo decidió salir del escenario y pedir a sus compañeros que hicieran lo propio.