PAMELA ANDERSON SE REINVENTA EN SAN SEBASTIÁN

Presentó en el Festival su nuevo bautismo actoral de la mano de Gia Coppola, ‘The last showgirl’

SAN SEBASTIÁN (ESPAÑA). - Pamela Anderson, actriz e icono erótico de los años 90, presentó en el Festival de San Sebastián su nuevo bautismo actoral de la mano de Gia Coppola, ‘The last showgirl’, un filme hecho a su medida que reflexiona sobre el ocaso de la belleza y el lado oscuro del sueño americano.

“He dudado de mí muchas veces y los demás también”, confesó este viernes en rueda de prensa la que fue estrella de la serie ‘Baywatch’, orgullosa y feliz de dar este salto al cine independiente y de autor a sus 57 años, “cuando creía -dijo- que era imposible”.

“Nunca es demasiado tarde, estaba en mi jardín haciendo mermelada y pensando que nunca tendría una oportunidad así”, aseguró la actriz, que reconoció haber vivido “algunas décadas perdidas”. “Siento que pasé de ‘Baywatch’ a Broadway de golpe, no sé qué pasó entre medias”.

La película, que cerró ayer el desfile de aspirantes a la Concha de Oro en el festival, gira en torno a una veterana bailarina que ve cómo el espectáculo de Las Vegas en el que lleva trabajando treinta años baja el telón de forma abrupta.

A la vez que se enfrenta a un incierto futuro profesional a sus 50 años, se esfuerza por reparar la tensa relación con su hija, que a menudo estuvo en un segundo plano.

Anderson admitió que su situación tenía muchos paralelismos con el de Shelley, su personaje, que dependió en gran medida de su cuerpo y su belleza para trabajar.

“Gran parte de mi carrera ha dependido de mi físico y esa ha sido una de las razones para hacer este experimento conmigo misma”, señaló, “quitarme capas, recordar quién soy, no dejarme definir por los demás o por lo que la gente espera de mí, no amargarme y mantener la alegría de trabajar en este negocio”.

La actriz llegó el jueves a la ciudad española de San Sebastián (norte) y pasó rauda por las escaleras del hotel María Cristina, donde tradicionalmente se hospedan las estrellas que asisten al festival, vestida con un sobrio pantalón y jersey negros y con el pelo recogido.