CIUDAD DE MÉXICO, abril 24 (EL UNIVERSAL).- Peso Pluma, el cantante de corridos tumbados, hizo su debut en el escenario del festival Coachella, ubicado en Indio, California hace una semana, donde el evento, de renombre internacional, no solo le brindó la oportunidad de representar la cultura mexicana, sino que también le permitió mostrar un renovado aspecto, acompañado de nuevos tatuajes en su cuerpo, un estilo similar del reggaetonero Arcángel. Sin embargo, esta transformación está generando controversia en las redes sociales.
La polémica en torno al intérprete de "LADY GAGA" comenzó días antes de su participación en el evento masivo, cuando se difundió un video en la cuenta de Instagram del afamado tatuador español, Ganga. En dicho video, varios tatuadores se preparaban para decorar los brazos del artista con nuevos diseños, utilizando anestesia general para evitarle cualquier molestia. El mensaje "Brazos completos para el mejor @PesoPluma, amor hermano" acompañaba la publicación, que mostraba el proceso de tatuaje, incluyendo el uso de una sonda de alimentación intravenosa para garantizar la comodidad del cantante durante la prolongada sesión.
La decisión de Peso Pluma de optar por la anestesia general durante el proceso de tatuaje suscitó críticas por parte de algunos usuarios en línea, quienes consideran que la verdadera experiencia del tatuaje se pierde cuando se recurre a este tipo de medidas. Comentarios como "Ahora con anestesia general. ¿Qué le pasa al mundo?" o "Sin dolor no hay ganancia" reflejan la opinión de aquellos que creen en la importancia de soportar el dolor como parte del proceso de tatuarse. Por otro lado, algunos defendieron la elección del artista, argumentando que el uso de anestesia general es un privilegio y que, de tener los medios económicos, también optarían por ello.
A pesar de haber expresado su gratitud hacia Ganga por medio de un comentario en el video, Peso Pluma optó por no responder a las críticas recibidas. Su mensaje de agradecimiento, "Gracias por las atenciones hermano", fue su única reacción pública ante la controversia generada.