La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) advirtió este viernes que la tormenta geomagnética que impacta la Tierra desde este viernes y hasta el domingo ha alcanzado la categoría 5, nivel extremo, primera vez que ocurre un evento así en 21 años.
Hasta el mediodía de este viernes 10 de mayo, los meteorólogos espaciales de la NOAA habían observado al menos siete eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) procedentes del Sol, con impacto en la Tierra desde el mediodía y probablemente hasta el 12 de mayo.
Estas eyecciones son las causantes de la tormenta geomagnética. La primera de varias CME alcanzó la Tierra el viernes 10 de mayo a las 12:37 pm, hora del Este. La CME fue muy fuerte, indicó la NOAA y el Centro de Predicción Meteorológica Espacial (SWPC, por sus siglas en inglés) de la NOAA emitió rápidamente una serie de avisos de tormenta geomagnética. El SWPC observó condiciones G4 a la 13:39, hora del Este.
Sin embargo, en un comunicado publicado en sus redes sociales, la NOAA advirtió que hacia las 18:54, hora del Este, la tormenta geomagnética alcanzó el nivel G5, extremo.
El comunicado advirtió que puede haber impacto en las comunicaciones HF/VHF/UHF, los sistemas GPS, las redes de energía eléctrica, la navegación satelital y otro tipo de tecnologías, y que ya se notificó a los operadores de infraestructura crítica.
La NOAA detalló que el último evento G5 ocurrió en octubre de 2003 y que provocó apagones en Suecia, además de que dañó transformadores en Sudáfrica.
"Este es un acontecimiento insólito y potencialmente histórico", dijo desde que se advirtió de una tormenta geomagnética 4 el director del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA, Clinton Wallace.
De acuerdo con la NOAA, las CME "son explosiones de plasma y campos magnéticos procedentes de la corona solar. Provocan tormentas geomagnéticas cuando se dirigen hacia la Tierra. Las tormentas geomagnéticas pueden afectar a las infraestructuras en órbita cercana a la Tierra y en la superficie terrestre, interrumpiendo potencialmente las comunicaciones, la red eléctrica, la navegación, la radio y el funcionamiento de los satélites".
Las tormentas geomagnéticas también pueden desencadenar espectaculares auroras en la Tierra.