Como lo pronosticaron expertos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), la tormenta geomagnética o solar "extrema" dejó majestuosas auroras boreales que fueron vistas en distintas parte del mundo.
Entre los países que pudieron admirar este espectáculo de colores en diversas gamas fueron Suiza, Reino Unido, Alemania y Ucrania.