Mejorar los parámetros de nuestra alimentación es sin lugar a dudas una de las mejores decisiones que podemos tomar para proteger nuestra salud.
Tanto en la calidad como en la cantidad se establecen los ejes de hábitos alimenticios saludables que ponen el foco en los nutrientes y sus beneficios para nuestro organismo.
Desde el Ministerio de Salud de Argentina remarcan que es la alimentación la que nos aporta los nutrientes y la energía que necesitamos para mantenernos sanos en todas las etapas de la vida. Colesterol elevado, hígado graso y obesidad figuran entre las principales consecuencias de no prestar atención a nuestra alimentación y estilo de vida en general.
Si nos centramos en el hígado graso, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que se trata de una enfermedad en la que se acumula grasa en el hígado. Al respecto, señala que hay dos tipos principales: hígado graso no alcohólico e hígado graso por alcohol, que afectan a cerca del 25% de la población mundial y una mejor alimentación se presenta como fundamental en su tratamiento.
Así es como llegamos hasta un superalimento de origen brasilero que termina con el hígado graso. Se trata del asaí, una fruta con un alto contenido de antocianinas que colaboran con la prevención de la acumulación de grasa en el hígado y reducen la hipertensión, según un estudio de la Universidad Federal de Uberlândia (Brasil). Además, su efecto antioxidante combate a los radicales libres y su intento de dañar las células, por lo que su impacto en la salud es positivo.
Los beneficios para la salud de incluir al asaí en nuestra alimentación son destacados también por la Sociedad Nacional de Agricultura de Brasil que remarcan que esta fruta ayuda a dilatar las arterias, mejorando la circulación de la sangre. Por otro lado, desde la Universidad Federal de Pará, afirman que este superalimento tiene propiedades antiinflamatorias que reducen el denominado colesterol malo (LDL).
Esta combinación de componentes y propiedades, convierten al asaí en un excelente aliado para la prevención del hígado graso y la protección de la salud cardiovascular en general. Además, al ser una fruta muy versátil a la hora de su consumo resulta muy fácil incluirla en nuestros hábitos alimenticios.