Miami, 30 may (EFE).- El cohete Atlas V con la nave Starliner en su cúspide volvieron este jueves a la plataforma desde donde despegará la que será la primera misión espacial tripulada de Boeing, cuyo lanzamiento rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) está previsto para el sábado.
Poco después de las 10:00 hora local (14:00 GMT), el cohete y la nave abandonaron un hangar para comenzar su lento traslado encima de una gran plataforma rodante al complejo de lanzamiento de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, desde donde despegará la misión CFT (siglas de Crew Flight Test).
"¡Butch y Suni, su cohete está en la plataforma de lanzamiento!", anunció menos de una hora después la compañía United Launch Alliance (ULA), fabricante del cohete propulsor Atlas V, en un mensaje en la red social X dirigido a los tripulantes de la misión, los astronautas de la NASA Barry 'Butch' Wilmore y Sunita Williams.
El despegue de la primera misión espacial tripulada de Boeing está previsto para las 12:25 hora local (16:25 GMT) del sábado.
En caso de no lograrlo ese día, la NASA, Boeing y ULA manejan como fechas de respaldo el domingo, el miércoles y el jueves próximos, posiblemente en horas diurnas.
El traslado a la plataforma del cohete y la cápsula se da tras el visto y bueno logrado durante las revisiones finales previas al lanzamiento que se efectuaron el miércoles.
Un día antes, Wilmore y Williams retornaron al Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, y desde entonces, como especifica el protocolo para los tripulantes, se hallan en cuarentena hasta el lanzamiento del sábado.
El pasado 6 de mayo, la Starliner se aprestaba a elevarse rumbo a la EEI, con Wilmore y Williams a bordo, desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, pero unas dos horas antes del lanzamiento la operación se suspendido tras descubrirse una anomalía en un tanque de oxígeno líquido del Atlas V.
La compañía retiró el cohete y la nave de la plataforma para cambiar una válvula del tanque de oxígeno del cohete, lo que motivó un aplazamiento del envío de la misión, el cual se retrasó de nuevo cuando los técnicos descubrieron una fuga de helio en el módulo de servicio de la Starliner.
Según informó la NASA la semana pasada, el origen de esta fuga radica en un sello defectuoso en una de las 28 bridas de la nave.
El éxito de la misión permitirá a Boeing obtener las certificaciones necesarias para operar como un segundo proveedor de transporte de carga y tripulación a la EEI, como ya lo hace SpaceX tras millonarios contratos que ambas firmas privadas han suscrito con la NASA.