La Agencia Espacial Europea y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio realizan un nuevo estudio conjunto, primero de su tipo en colaboración, sobre el potencial de la gravedad artificial para ayudar a los astronautas.
A través de los diferentes experimentos, los científicos analizarán la función cardiovascular, equilibrio y fuerza muscular, metabolismo y rendimiento cognitivo, entre otros factores de los astronautas.
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) detalla que la fase uno del estudio consta del reposo en cama de 60 días, que comenzó el 25 de este mes. Primero en utilizar la centrífuga de brazo corto como forma de recrear la gravedad.
La investigación contará con la participación de 12 mujeres y 12 hombres, quienes se acostarán en camas con la cabeza inclinada seis grados por debajo de la horizontal durante 60 días contiguos.
La ESA precisó que supervisarán el proyecto para asegurarse de que uno de los hombros de los participantes toque en todo momento colchón.
Conforme la sangre fluye a la cabeza y músculos se pierde por el uso insuficiente, los investigadores investigarán los cambios y las técnicas de prueba de la dieta al ejercicio físico.
La gravedad artificial es una de las técnicas bajo el foco de atención en esta ocasión.
Una vez al día, una selección de los participantes del estudio se trasladará a la centrífuga para alentar a la sangre a regresar a sus pies, esto permitirá a los científicos comprender el potencial de la gravedad artificial para combatir los efectos de la ingravidez.
Siete de los experimentos serán conducidos por grupos de investigación liderados por europeos, con miras a validar los hallazgos en la Estación Espacial Internacional en misiones futuras.