CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 9 (EL UNIVERSAL).- El cometa 3I/ATLAS se ha convertido en uno de los cuerpos celestes más fascinantes de los últimos años.
Su atractivo no reside únicamente en su brillo o trayectoria, sino en su naturaleza: se trata de un visitante interestelar, un viajero que proviene de fuera del Sistema Solar y que no está gravitacionalmente ligado al Sol. Esto lo convierte en apenas el tercer objeto de este tipo detectado por la ciencia, después de 'Oumuamua y el cometa 2I/Borisov.
¿Cuándo se acercará a la Tierra?
De acuerdo con la NASA, el cometa alcanzará su punto más cercano a nuestro planeta el próximo 19 de diciembre. En ese momento, se encontrará a aproximadamente 1.8 unidades astronómicas de distancia, lo que equivale a unos 270 millones de kilómetros.
Cabe recalcar que, aunque esta distancia es enorme incluso a escala astronómica, su paso no representa ningún riesgo; su relevancia será únicamente científica y observacional.
¿Será visible desde la Tierra?
A pesar del entusiasmo que genera la posibilidad de observar un visitante interestelar, la NASA aclaró que 3I/ATLAS no alcanzará un brillo suficiente para ser visto a simple vista.
Su luminosidad será demasiado débil para la observación directa. No obstante, quienes cuenten con telescopios de tamaño moderado podrán seguir su recorrido durante las semanas cercanas a su máximo acercamiento.
Actividad durante su paso por el Sistema Solar
A finales de octubre de 2025, 3I/ATLAS atravesó su perihelio, el punto de su órbita más cercano al Sol. La intensa radiación y el calor solar provocaron que su núcleo helado liberara gases y polvo, generando la característica coma luminosa y las colas que lo distinguen como cometa.
Telescopios tanto espaciales como terrestres han capturado estos fenómenos en detalle, permitiendo a los astrónomos estudiar:
La distribución del polvo y los gases expulsados.
La evolución de sus colas.
Las propiedades físicas de su núcleo.
Su interacción con el viento solar.