La freidora de aire dejó de ser una moda y se volvió un básico en la cocina. Su rapidez, bajo consumo de energía y resultados consistentes la han convertido en la aliada perfecta para preparar desde postres hasta croquetas. Pero también puede lograr carne perfectamente tierna y jugosa, siempre que se sigan unos pasos simples.
A partir de las recomendaciones de la empresa Cosori, aquí van los trucos clave para que cualquier corte quede impecable.
Cortes que sí funcionan
No toda carne es ideal para la circulación de aire caliente. Solomillo, chuletón, bistec de lomo, muslos y pechugas de pollo, costillas y piernas de cordero son opciones que dan mejores resultados. Cortes muy duros o gruesos tienden a resecarse.
Precalentar es obligatorio
Comenzar con la freidora caliente ayuda a sellar y conservar los jugos desde el primer minuto.
No satures la cesta
La carne necesita espacio. Si la cesta va llena, el aire no circula bien y el corte queda mal cocido.
Voltea a mitad del proceso
Girar la pieza asegura dorado uniforme y mejor textura.
Aceite: lo justo
Un ligero rocío basta para dar color y sabor. De más, solo estorba.
Tiempo y temperatura, la fórmula ganadora
Cada corte tiene su ciencia:
— Cortes gruesos: más tiempo, temperatura moderada.
— Piezas pequeñas: menos tiempo, calor más alto para dorar.
Reposo final: el paso que nadie debe saltar
Dejar la carne unos minutos fuera de la máquina permite que los jugos se redistribuyan. Resultado: un bocado tierno y sabroso.