CIUDAD DE MÉXICO, 15 de marzo (EL UNIVERSAL).- Caminar es una de las actividades físicas más sencillas y beneficiosas para la salud. Sin embargo, la mayoría de la población lleva una vida sedentaria debido al funcionamiento de las sociedades modernas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un estilo de vida sedentario aumenta el riesgo de padecer enfermedades como trastornos cardiovasculares, hipertensión, hiperglucemia, sobrepeso y diabetes. Estas enfermedades son la principal causa de muerte a nivel mundial, cobrando la vida de 17.9 millones de personas cada año, un tercio de las cuales tienen menos de 70 años.
Desde el inicio de la pandemia, el trabajo desde casa, el consumo de alimentos procesados y el aumento de las compras en aplicaciones digitales y redes sociales son factores que contribuyen a estilos de vida poco saludables y, en muchos casos, están asociados con niveles elevados de azúcar en el organismo.
Un estudio realizado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona-IDIBAPS y CIBERDEM indica que el ejercicio físico mejora la sensibilidad a la insulina, ya que los músculos liberan ciertos microARN que regulan la expresión de genes en el hígado, facilitando la función de la insulina.
De acuerdo con un estudio de Alan E. Donnelly y Brian P. Carson, el momento óptimo para caminar es inmediatamente después de una comida y hasta una hora y media después de la misma. El objetivo principal de la investigación fue demostrar que levantarse después de cada comida y dar un breve paseo de 2 a 5 minutos puede tener efectos beneficiosos a largo plazo en comparación con permanecer sentado durante períodos prolongados.