CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 7 (EL UNIVERSAL).- Con la llegada del invierno, muchos dueños se preguntan si es conveniente bañar a sus perros ante el riesgo de resfriados o enfermedades.
De acuerdo con el sitio especializado Pharmadiet Veterinaria, el baño sigue siendo una actividad necesaria, siempre que se realice con precauciones y siguiendo algunas recomendaciones claves para evitar cambios bruscos de temperatura.
Durante los meses fríos, el baño continúa siendo parte fundamental de la higiene del perro, aunque debe adaptarse a las condiciones climáticas. Los especialistas coinciden en que la frecuencia puede disminuir y la duración debe ser más corta.
La recomendación principal consiste en realizar el baño dentro de casa (para evitar corrientes de aire) y preparar el espacio con antelación para que mantenga una temperatura estable y agradable.
El agua templada es indispensable. Los veterinarios señalan que la temperatura ideal para el perro es muy similar a la que usaría un adulto al ducharse, es decir, alrededor de 37 grados. El agua fría puede causar molestias e incluso hipotermia, mientras que el agua demasiado caliente podría irritar la piel. Por ello, se sugiere verificar la temperatura con la mano antes de iniciar el baño.
Una vez que el perro esté completamente mojado, es fundamental secarlo con toallas tibias. Eliminar el exceso de humedad en áreas como la cabeza, el pecho y el cuello previene la aparición de hongos y complicaciones respiratorias.
El uso de secador también es válido, siempre que el aire sea templado y la distancia prudente para evitar quemaduras. Los expertos recomiendan bañar al perro durante las horas más cálidas del día y evitar la noche, ya que las temperaturas descienden con rapidez y dificultan el secado.
Antes de comenzar, es importante tener todos los artículos necesarios a la mano (champú para perros, toallas absorbentes y, si se requiere, un secador).
Cepillar al perro antes del baño facilita el proceso, elimina nudos y reduce el tiempo de secado. Además, elegir una habitación sin corrientes de aire permitirá que el animal se mantenga cómodo y relajado.
Si el clima es extremadamente frío o el perro no requiere un baño profundo, existen alternativas seguras que ayudan a mantener su higiene.
Entre ellas se encuentran las toallas húmedas especiales para mascotas y los champús en seco, que permiten limpiar zonas específicas sin exponer al perro al agua. Estas opciones son útiles para limpiar patas, abdomen o áreas con suciedad acumulada.
Los especialistas también recuerdan que no todos los perros toleran igual el frío. Las razas pequeñas, los cachorros y los animales con pelaje corto suelen ser más sensibles, mientras que las razas nórdicas y los perros con pelo denso tienen mayor resistencia. En todos los casos, es recomendable adaptar la rutina de baño a sus características.
En caso de que el dueño prefiera una atención profesional, los servicios de estética canina ofrecen baños con técnicas y productos adecuados para cada tipo de pelaje, además de un secado completo que evita riesgos asociados al clima.