Thalía, Alec Baldwin, Avril Lavigne, Richard Gere y Ashley Oslen, tienen en común algo más que el gusto por los escenarios; todos ellos, fueron infectados por una garrapata de patas negras o “garrapata de los ciervos” con la enfermedad de Lyme.
Este padecimiento se trasmite mediante la picadura de una garrapata que se encuentra en zonas boscosas o cubiertas de hierbas, principalmente en climas fríos, indicó la Mayo Clinic en el Día Internacional de la Lucha contra la Enfermedad de Lyme, que hoy se conmemora.
Este padecimiento es el que con mayor frecuencia es diseminada por las garrapatas infectadas por las bacterias borrelia burgdorferi, borrelia mayonii, borrelia afzelii y borrelia garinii.
En la mayoría de los casos, para que la persona pueda ser infectada, la garrapata de los ciervos debe estar adherida entre 36 y 48 horas o más tiempo al cuerpo. Es por ello, que si se observa que este ácaro está hinchado, es probable que se haya alimentado lo suficiente como para transmitir la bacteria.
Se recomienda retirar la garrapata con el fin de prevenir la infección, así como lavar la zona infectada con agua y jabón, aunque en la mayoría de los casos es difícil detectar la picadura porque las garrapatas generalmente no son más grandes que la cabeza de un alfiler.
Los signos y síntomas de la enfermedad de Lyme varían y, generalmente, aparecen en etapas. Entre 3 y 30 días después de una picadura de garrapata infectada, podría aparecer un área roja expandida que a veces se aclara en el centro y forma un patrón de tiro al blanco.
La lesión puede llegar a tener una extensión de hasta 30 centímetros, puede presentarse en otras partes del cuerpo porque la infección viaja y, generalmente, no produce picazón ni dolor.
Se pueden presentar síntomas similares a los de la influenza, con fiebre, escalofríos, fatiga, dolores generalizados y dolor de cabeza.
Si la infección de Lyme no se trata, podrían aparecer en las semanas o meses siguientes más enrojecimiento de la piel, dolor articular, meningitis, parálisis temporal de un lado del rostro, entumecimiento o debilidad de las extremidades, náuseas, vómitos, problemas cardiacos, inflamación ocular o del hígado, y fatiga intensa.
Para evitar la picadura de la garrapata de patas negras al visitar zonas boscosas o con pasto alto, se recomienda el uso de zapatos cerrados, pantalones largos metidos dentro de las medias, camisas con mangas largas, sombrero y guantes.