Tarde o temprano todas vamos a sufrir la aparición de canas. Aunque es un proceso natural, el surgimiento de estos cabellos representa un problema estético, ya que se asocian con el envejecimiento.
Su principal causa es la disminución de melanina, encargada de proporcionar pigmento al pelo. A medida que crecemos, el cuerpo reduce su capacidad de producir dicha sustancia.
La buena noticia es que tienen solución. Hay quienes prefieren ocultar las canas arrancándolas, tiñéndolas o cortándolas, pero ¿qué tan efectivo es? En De Última aclaramos tus dudas.
¿Cuando te arrancas una cana te salen más?
Seguramente habrás escuchado a alguien decir que si te arrancas una cana te saldrán muchas más. Esto es totalmente falso, pero dicha práctica sí genera un daño irreversible en el folículo piloso, estructura encargada de producir nuevos cabellos.
Arrancar las canas con los dedos o pinzas puede provocar pérdida anormal de cabello, también conocida como alopecia. Te recomendamos buscar otras opciones si quieres mantener tu melena fuerte y saludable.
¿Qué pasa si corto una cana?
Esta práctica parece ser la menos dañina. De acuerdo con la Barbería Torrevieja, cortar las puntas de las canas significa eliminar las partes débiles del cabello para que pueda crecer grueso y brillante.
Se cree que cortar las canas acelera su crecimiento, pero no es nada más que un mito. Ello depende de la genética, cambios hormonales y hábitos alimenticios, así que no arruines tu look con las tijeras.
¿Es bueno teñir las canas?
Desde teñirse el cabello en casa, hasta visitar una estética profesional. Para esta opción lo importante es ver que los productos que usamos sean de la mejor calidad y no resulten abrasivos.
Recordemos que nuestro cabello se debilita con el paso de los años, por ello debemos evitar el abuso de procedimientos químicos. Asimismo, considera que al tratarse de cabellos blanco, el tinte podría durar menos.
Finalmente, queremos destacar que realizar alguna de estas prácticas no detiene la aparición de las canas. Te proponemos amarlas y verlas como símbolo de la madurez que una mujer gana a lo largo de la vida.