El colágeno, esa proteína fundamental para la estructura y salud de nuestros tejidos, es un elemento esencial que disminuye con el paso del tiempo, desencadenando una serie de cambios en nuestro cuerpo.
De acuerdo con expertos en dermatología y nutrición, como el doctor James DiNicolantonio, el declive del colágeno comienza a una edad temprana, alrededor de los 20 años. A partir de entonces, experimentamos una pérdida anual de aproximadamente un 1%, lo que significa que para los 50 años, hemos perdido alrededor del 25% de nuestro colágeno, y más del 50% para los 75 años, mostrando sus efectos en la piel.
Esta disminución progresiva del colágeno tiene un impacto significativo en la salud y apariencia de nuestra piel y otros tejidos conectivos. Esta pérdida de colágeno conlleva una disminución en la elasticidad de la piel, lo que se traduce en la aparición de arrugas y flacidez. Además, puede contribuir a problemas articulares y reumáticos, así como a la fragilidad de cabello y uñas.
Hay que estar atentos a las señales de la pérdida de colágeno, ya que pueden manifestarse de diversas formas. Entre estas señales se incluyen la aparición de arrugas, piel delgada y menos elástica, cabello y uñas frágiles, y articulaciones menos flexibles. El deterioro en la formación de colágeno también puede llevar a problemas intestinales, fracturas óseas y dolor articular.
Por lo tanto, mantener niveles saludables de colágeno en el cuerpo se vuelve esencial para promover una piel saludable, huesos y articulaciones fuertes, y una buena salud en general. Además de los cambios naturales relacionados con la edad, ciertos factores externos como la exposición al sol, el tabaquismo y una dieta poco saludable pueden acelerar la pérdida de colágeno.
Para contrarrestar esta pérdida de colágeno, lo recomendado por los expertos es adoptar hábitos de vida saludables que incluyan una dieta rica en alimentos que estimulen la producción de colágeno, como frutas, verduras, pescado y alimentos ricos en antioxidantes. Además, mantenerse hidratado, proteger la piel del sol y evitar el tabaquismo pueden ayudar a preservar los niveles de colágeno en el cuerpo.